El desempleo ha sido una problemática que a lo largo del tiempo en mayor o menor medida ha persisitido en la Argentina, desde el regreso de la democracia a la actualidad. La mitad de la década del 90 y la crisis del 2001 fueron dos momentos en los que la situación empeoró. En la actual gestión, con altas y bajas, se ha mantenido estable. ¿Cómo está en 2018 el desempleo en el país? ¿Qué se puede esperar para los próximos meses o años? Para intentar contestar estos interrogantes, hoy Gustavo Noriega por Radio Berlín (y la AM 990) entrevistó a Fausto Spotorno, economista e integrante de la consultora Orlando Ferreres que realizó un estudio reciente sobre la temática.

Inflación, salario y trabajo

"Cuando hay salarios rígidos, hay desempleo flexible", explicó el especialista en primer lugar. Sobre el punto recordó que eso ocurrió en la década del 90 cuando no había inflación, y si caía la demanda, subía el desempleo.

Spotorno agregó que en tiempos inflacionarios como los actuales, la baja de demanda se paga con la caída del salario real: "y por eso no salta el desempleo. Porque se ajusta en salario. Y eso es algo que se ha repetido muchas veces en la historia argentina", señaló.

Empleo formal e informal

El entrevistado en el diálogo repitió que si el salario recuperara estabilidad, el empleo podría volver a ser el factor de ajuste: "porque de lo contrario el mercado en negro es el componente flexible. En muchos casos, ante la caída de la demanda, la opción es el despido o pasar a la informalidad", analizó.

Derechos laborales

Spotorno remarcó que cuando la inflación sea superada, para evitar que vuelva a ocurrir lo vivido en los 90, se deberá plantear un mercado laboral diferente: "en algún momento Argentina debe repensar los derechos laborales, aunque hoy aún no es prioritario", siguió.

Sobre el punto, el economista fue crudo al afirmar que los derechos laborales son caros: "y así para que una empresa contrate, la persona contratada debe rendir lo suficiente como para cubrir todos esos costos-explicó-. Entonces el trabajador que no es tan productivo, queda afuera del sistema. Si se pone la vara tan alta, entran solo los que la pasan", concluyó. Sin dudas, una cuestión que requiere de un análisis profundo, ya que pone en discusión marcos normativos que han definido la estructura social de nuestro país desde mediados del siglo pasado.

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