DISPOSITIVOS TECNOLÓGICOS EN LA EDUCACIÓN
Celulares en la escuela de los Simpsons

Edna KrabappelIphoneBartPor: Sebastián Di Domenica. Los Simpsons tienen más de veinte años de aire en la televisión abierta norteamericana y fanáticos alrededor de todo el mundo acumulados en esas dos décadas. Los seguidores históricos de la serie, que disfrutan de la misma manera un capítulo del año 2010 o uno del 91, seguramente han notado varios cambios en las últimas temporadas. Al igual que en la vida real, los personajes de Los Simpsons han sumado variados dispositivos tecnológicos a sus vidas. Por ejemplo, la nueva versión de la presentación, que es igual a la anterior pero con algunos agregados, muestra a las gemelas malas de pelo violeta (Sherri y Terry) jugando con consolas de juegos de mano en la clase de música. Asimismo, un capítulo de la última temporada se inicia con un conflicto que comienza a ser muy común en ese Estados Unidos: celulares en la escuela. ¿Prohibidos o permitidos? En el episodio mencionado, a la Señorita Edna Krabappel se le plantea un verdadero problema para explicar la lección: los chicos están más interesados en su celular que en la clase. ¿Qué hizo?

Edna optó por hacer lo que muchos docentes hacen: prohibir su uso durante la clase y quitar el aparato cada vez que no se obedece la regla. Antes de tomar la decisión, la atribulada maestra notaba que mientras dictaba clase algunos chicos jugaban, otros mandaban mensajes, u otros miraban video. Porque los celulares hace mucho tiempo que ya no solo sirven para hablar. Son cámaras de fotos, de video, calculadoras, grabadoras, anotadores, agendas, consolas de juegos, enlace a internet, gps y más. Son verdaderas computadoras en miniatura. Y gran porcentaje de los chicos cuenta con uno. Algunos poseen los más simples y otros los más sofisticados. Incluso, los modelos más económicos, también cuentan con calculadora, anotador, agenda, y en muchos casos, cámara de foto.

En el capítulo de Los Simpsons, Krabappel no logra llevar adelante su firme determinación de manera exitosa. Bart en conjunto con todos los compañeros, enojados por no poder utilizar los celulares, organizan un plan para emborrachar a la maestra en plena clase. La docente es descubierta por el señor Skinner y luego despedida. El reemplazante es un maestro joven y canchero que acepta y suma a la clase a los celulares. Como ocurre siempre en la serie, diferentes situaciones llevan a que en el final del episodio, la señorita pueda volver y ser nuevamente la maestra de Bart. Más allá del humor y las exageraciones, el argumento muestra una realidad: los más jóvenes están acostumbrados al celular y lo quieren sumar a todos los órdenes de la vida. Entonces y frente a esa realidad: ¿es posible aceptar el celular en la clase de manera positiva e inteligente?

Los ejemplos que tenemos en Argentina no son los mejores. El más recordado y que circuló por los medios fue el caso de la profesora a la que unos alumnos le quemaron el pelo en plena clase, hecho que grabaron en video y luego subieron a la web; o la grabación de escenas de peleas en las puertas de los colegios, que luego también se subían a la web. Lejos de estos casos, hoy muchos docentes comienzan a pensar en clases con celulares incluidos: son computadoras de mano y cámaras de fotos instantáneas que pueden sumar aspectos y prácticas de interés. Lo que dicen los expertos es que hay que diferenciar entre el juego y la herramienta. ¿Es aceptable que un chico juegue a la guerra durante la clase? No. ¿Es aceptable que un chico traiga la foto de algún monumento, que él mismo tomó en algún lugar de la ciudad, y en conjunto con el profesor hablen de un tema histórico en relación al monumento fotografiado? Seguramente si lo es. Es más, traer la realidad de la calle o los fragmentos de historia que guarda un lugar a través de las fotos y conversarlo en el marco de una clase, puede hacer más interesante la experiencia de enseñar y aprender.

En relación a la comunicación, muchos padres por seguridad son los primeros en oponerse a que los chicos pierdan el contacto a través del celular. Por lo tanto, y a partir de ese punto, tal vez pueden ser aceptables los mensajes de texto, pero no las llamadas. Es decir, cada herramienta y cada posibilidad del celular debe ser analizada. Y tal vez una completa lista de principios debe ser la primera tarea a realizar antes de implementar la experiencia de sumar estos aparatos a la clase. Sin duda, la primera regla debe ser aquella que recalca el derecho constitucional a la intimidad y privacidad: No se puede filmar o fotografiar a una persona sin su consentimiento y mucho menos si está en una situación de ridiculez o indefensión frente a un público potencial. En síntesis, quizá la terminante decisión de la Señorita Krabappel en Los Simpsons no haya sido la más adecuada. En el marco de los tiempos que corren, lo ideal tal vez hubiese sido una puesta en común entre alumnos y docentes, para analizar la situación y arribar a buenos acuerdos que sumen la tecnología, que inexorablemnete ya es parte de nuestras vidas.

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