ALGUNAS INQUIETUDES DE TIM BERNERS-LEE
Los miedos del creador de Internet 

TierraPor: Sebastián Di Domenica.  “La revolución virtual” es una excelente serie documental que intenta reflejar la incidencia de internet en los diferentes órdenes de la vida en todos los rincones del planeta. El programa, que desarrolló la BBC y que aquí se presenta por el Canal Encuentro, confirma que hoy todo o casi todo pasa de alguna manera por la red: las relaciones humanas, el comercio, la política, el ocio, y la lista sigue. Hace algunas semanas esa serie expuso algunos fragmentos de una entrevista con uno de los creadores de Internet: el físico británico Tim Berners Lee. Para aquellos que no lo saben, cabe aclarar que Internet tiene dos creadores principales: el norteamericano Vinton Cerf, que fue pieza fundamental en la creación de la conexión entre las diferentes computadoras o nodos (la red propiamente dicha) y Berners Lee, que desarrolló la World Wide Web; o el idioma universal (http y programación HTML) para que todas las computadoras conectadas puedan compartir información.  En la charla con la periodista de la BBC, el científico se explayó sobre el punto inicial de aquella idea que revolucionó todo. Pero tabién mencionó algunos de sus temores actuales en relación a la red. ¿Por qué puede perder su esencia de libertad y expresión democrática?  ¿Por qué los usuarios se exponen a peligros?

Según cuenta Berners Lee, su aporte para la creación de Internet surgió por una necesidad y por un permiso. La necesidad era compartir información con colegas y el permiso vino de parte de su jefe que se interesó en la idea. El físico trabajaba en 1989 en Ginebra en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) y en el marco de sus desarrollos deseaba crear un sistema, para que todos los científicos de distintas nacionalidades que trabajaban en aquel lugar, puedan compartir la información que tenían en sus computadoras. 

En la búsqueda de ese objetivo, un día le dejó a su jefe una nota con diferentes ideas para desarrollar entre las que se encontraba la semilla inicial de lo que sería Internet: el desarrollo de ese lenguaje compartido. El jefe en la devolución de la nota escribió al lado de la idea la palabra “fascinante”. La expresión describía el entusiasmo que le había generado la propuesta. Esa palabra motorizó uno de los grandes inventos de este siglo. 

Aquello que estaba en la cabeza del físico se hizo realidad y en menos de dos décadas ha cambiado en gran medida costumbres sociales, políticas y comerciales de millones de personas en todo el planeta. Al igual que la imprenta de Gutemberg, la red en mayor medida ha convertido en accesible mucha información y conocimiento que antes estaba limitado a los que tenían acceso y oportunidad; pero a su vez, la red sumó la posibilidad de convertir en emisor a los que siempre fueron receptores e hizo posible la democracia plena de la libre expresión.

Lejos del estilo del científico estrella, Berners Lee habla con mucha modestia de su aporte y expone sus ideas con un cándido entusiasmo. Lejos de la grandilocuencia, el físico se refiere a su contribución para la creación de la web de la misma manera como un cocinero puede hablar de aquel ingrediente que le permitió conseguir un buen plato. Pero hoy este científico británico parece estar más serio que en otras oportunidades. Han pasado veinte años y esa creación virtual colectiva impresionante que es la web, está expuesta a algunos peligros. Berners Lee se ocupó de detallarlos.

Por la neutralidad de la red

Berners Lee dice que en la red lo más importante es la neutralidad. Es decir, una red en la que todos tenemos las mismas posibilidades (de expresión e información). Una red en la que la democracia y la libertad se mantienen intactas y en la que esa libertad no nos genera peligros. 

El peligro está en que las empresas puedan llegar a controlar a qué accedemos por motivos comerciales”, sostiene Berners Lee.  El científico entiende que el gran crecimiento de empresas privadas que organizan la actividad de la mayoría en la web y que concentran mucho poder (Facebook o Google, son ejemplos), si lo desean, pueden llegar a generar desequilibrios por motivos económicos.

Luego plantea los peligros ante posiciones autoritarias. Hoy más que nunca la gente se expone: dice, escribe, declara, cuenta su vida. Entidades públicas y privadas pueden por primera vez acceder a mucha información sobre los ciudadanos. ¿Qué peligros le genera esa situación a las personas frente a gobiernos o fuerzas de seguridad?: "Tendremos más cuidado porque habrá muchos más datos por la red-dice Berners Lee-, y queremos que esos datos los puedan utilizar los amigos, el hospital o el seguro de enfermedad, pero no la policía",

Por último, el científico recalca sobre la cada vez mayor importancia del acceso a la red: "Se supone que primero se debe conseguir el acceso al agua potable, luego atención sanitaria y, después, está el lujo de tener Internet, pero no es así. La web puede ser un instrumento central para conseguir la asistencia sanitaria u otros bienes necesarios". "Es clave que se brinde una conexión sin espiar, sin discriminaciones, como una compañía de agua ofrece agua limpia a sus clientes". Nada más para agregar. 

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