MEJORAS Y PÉRDIDAS/ 
Radio antes y después: de la FM barrial a Vorterix

Pergolini, Vorterix, radio/Por: Sebastián Di Domenica - @sebadidomenica Internet generó cambios fundamentales en todos los medios de comunicación. En algunos casos, como en los medios gráficos, la transformación fue decisiva y obligó a un proceso de cambios ineludibles. Los otros formatos también cambiaron, pero tal vez de una manera más gradual y con menos pérdidas. Recién hoy la televisión tradicional experimenta una caída real de público que prefiere ver lo que la red le ofrece, más que la programación de las señales de TV. La radio, en el mismo camino, se encuentra en una situación intermedia. ¿Qué pierde y qué gana la radio a partir de Internet? Hace algunos meses, en marzo, al poco tiempo de lanzar su nuevo proyecto Vorterix, Mario Pergolini en una entrevista en La Cornisa dijo que la radio era el formato que más tenía para ganar en Internet. Y según explicó, su nuevo proyecto iba en busca de esas mejoras. ¿Pero es realmente así? ¿Internet solo le ofrece mejoras a la radio?

Las mejoras
 
Es cierto que tal como lo señaló Pergolini y como lo intenta poner en práctica desde su flamante y ambiciosa iniciativa; al acto de hablar y de pasar música en radio, se le pueden sumar otras experiencias gracias a Internet. Por ejemplo, la red y la tecnología permiten volver a escuchar y también la opción de ver. Para curiosear lo que hacen en el estudio o para disfrutar un recital en vivo, tal como propone Vorterix. Propuesta que invita a ir en persona al recital; o también, disfrutarlo desde la pantalla de la computadora o del dispositivo móvil. Para poder ver de manera remota las imágenes de aquellos que me hablan o que tocan en vivo y en directo.
 
Es decir, gracias a Internet y a proyectos de este tipo, la radio puede volver a ser la fiesta que era cuando aún no existía la tele. Aquella radio que obligaba a la gente a acercarse a los estudios de las grandes emisoras para conocer las caras de las estrellas o participar de una audición musical o un concierto. El proyecto Vorterix recrea todo ese ritual mágico y se lo lleva a personas de todo el mundo que desde la computadora pueden ser partícipes de esa fiesta. Hasta aquí todos son avances y mejoras. También es muy positivo que gracias a la red se puedan multiplicar pequeñas radios para audiencias de algunas decenas o centenas de personas; que de otra forma no serían capaces de enfrentar la inversión necesaria para implementar una emisora.
 
Las pérdidas
 
Pero la nueva modalidad radial también tiene una parte negativa, y la comentó el mismo Pergolini en una nota que le dio a la Revista Veintitrés. Escuchar la radio desde Internet nos obliga a perder el anonimato. El gran Mario, que siempre logra ver un poco antes que el resto hacia donde va el negocio de los medios, reconoce que a partir del sitio de la nueva radio se puede saber de todo sobre los usuarios. Así lo explicó en la Revista Veintitrés: “Cosas increíbles: cuánta cantidad se conectó, en qué lugares, de qué barrios de Capital, con qué tipo de conexión, de qué página vinieron y a qué página fueron; si hicieron alguna transacción entre medio, en qué resolución lo vieron. Hoy todos los IP son dinámicos. Cuando entrás, todo programa te deja una cookie dentro del dispositivo, esa cookie tiene una patente y te conectes donde te conectes, sabe que sos vos; es lo que te convierte en usuario único, y nosotros sabemos si entraste una vez o cien mil. Te da muchos datos interesantes para pautar”
 
Es decir, gracias a Internet, la radio dejó de ser gratis. La televisión abierta y la radio de aire son realmente gratis. Son servicios que paga el emisor, inversión que se debe recuperar con publicidad. La radio en Internet es diferente. Porque aunque no paguemos ni una moneda, entregamos información de nuestras vidas que tiene valor y costo. Y perdemos por completo el anonimato. Saben qué hacemos y cómo nos movemos. Además, hay que decirlo, es mucho más cara que la radio de emisora. Hacer una pequeña emisora en la web para un grupo pequeño de personas es muy económico. Pero alcanzar audiencias de varios miles es muy costoso; y solo accesible para grandes empresas.
 
La radio de emisor y receptor sigue siendo la opción más maravillosa de ese medio de comunicación. Una pequeña emisora de FM barrial puede llegar a decenas de miles de personas en el circuito de alcance (y no hay límites si está en ese territorio) y permitir el completo anonimato de los oyentes. La radio sigue siendo la forma de comunicación elegida en los lugares conflictivos por ser barato y accesible para todos. En síntesis, bienvenidas las mejoras que Internet le ofrece a la radio, pero no hay que olvidar que la mejor radio es aquella que se lleva a todas partes, que lleva una sola pila, y que esta en el aire, sin pedir nada a cambio.

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