Acuña de Spotify

Por Sebastián Di Domenica - @sebadidomenica A lo largo de las últimas tres décadas, la historia de la industria de la música se ha reinventado varias veces y fuimos testigos de casi todo. De los discos de vinilo pasamos al casette, y de estos últimos al CD. Luego llegó la piratería de los CD´s, la música en formato digital y los sitios ilegales para bajar música gratuita en la web; un escenario que complicó la generación de ingresos y que puso en jaque a las discográficas de todo el mundo. Pero surgió otro cambio y desde hace unos años la situación comenzó a mejorar. Fueron determinantes para ese nuevo avance la multiplicación de los smartphones con sus aplicaciones, la llegada de la tienda de música iTunes de Apple, y el streaming con Spotify. Cada vez hay menos disquerías tal como las conocíamos hasta los 90´s, pero cada vez hay más gente que está dispuesta a pagar o a ver publicidad para escuchar música de manera legal. Spotify es la segunda fuente de ingresos más importante a nivel mundial para la industria de la música, después de Itunes. Y acaba de lanzarse en el mercado argentino. Hipercrítico conversó con el mexicano Bahigh Acuña, representante de la empresa en Latinoamérica, en el lanzamiento de la firma en un hotel de Recoleta. En la charla, Bahigh detalló los cambios fundamentales que ha generado el streaming en el mundo de la música y relató los primeros pasos de ese gigante que nació en Suecia, que avanza a paso firme y que se llama Spotify; una especie de red social, que posee una versión paga y otra gratuita y veinte millones de temas musicales en catálogo.

-Pasamos por el vinilo, luego por el casette, luego por el CD, y por la música en archivo digital. Ahora viene el streaming. ¿Cómo cambia la industria de la música esta nueva etapa?

Lo cambia de manera total. Es una disrupción. Ha sido lindo ver cómo todo ha ido evolucionando, y también que nos haya tocado vivirlo. La música en streaming va a cambiar todo porque para el usuario es económicamente muy eficiente por los costos. Nuestro sistema permite escuchar la música completamente gratis, on line, pero de manera legal. Porque hay que señalar que la gente suele escuchar música en la computadora gratis, pero de manera ilegal. Nuestros modelos de negocios plantean un sistema gratuito con más de veinte millones de canciones en catálogo y con todas las funciones habilitadas para seguir amigos y estrellas. Sistema que se puede utilizar solo en la computadora conectada a Internet y que se sustenta con publicidad. Luego está el sistema pago (16 o 36 pesos al mes), que no tiene publicidad, mejora la calidad del audio, ofrece la posibilidad de tenerlo en el celular y en la Tablet y cuenta también con la opción off line, para usar el sistema en un avión o en lugares con mala conexión.

-¿Cuál es la competencia de un sistema como Spotify a nivel mundial, y en especial en Argentina?

La competencia varía mucho en cada país, pero los competidores están muy lejos, muy atrás. Spotify es el servicio de este tipo más grande a nivel mundial y la gran competencia es la piratería. Porque Spotify le da la bienvenida a cualquier empresa que venga a traer música legal. Pero el 90 por ciento de la gente escucha música on line de manera ilegal.

-En la versión gratuita de Spotify, ¿quién paga los derechos de autor de la música que consumen los usuarios?

El 70 por ciento de los ingresos de Spotify van a la industria de la música. Por eso plantea un modelo sustentable para que todos ganen: las disqueras, los artistas y los usuarios. Esos ingresos surgen de la publicidad y de los abonos, y sustenta el servicio de los usuarios que no pagan. En países como Suecia, están a la par los que pagan y los que no. Mientras que en países como México o España, es mucho más alta la cifra de los que consumen de manera gratuita.

-itunes (la tienda de contenidos de Apple) marcó un cambio fundamental en la generación de ingresos en la industria de la música, ¿Cómo se ubica Spotify en ese escenario?

Spotify es la segunda fuente de ingresos más importante a nivel mundial para la industria de la música, después de Itunes. Y en lo que va de 2013, Spotify generó para la industria de la música más de 500 millones de dólares en regalías. En Spotify se mezclan todo tipo de artistas; desde los más importantes hasta los independientes. Para nosotros es tan importante el artista grande y popular como el que va comenzando. La plataforma da para crear hits y nuevos artistas. Le damos importancia a ambos y la idea es que puedas encontrar a los grandes y también a una pequeña banda que empieza a crecer en Rusia.

-¿Contratan directamente con los artistas o con los sellos discográficas?

Siempre lo hacemos a través de la discográfica. Con alguna de las tres globales o con las indies. Y si el artista no está en ninguna le decimos que vayan a conversar con alguna agregadora, que son como disqueras pero más chiquitas. Las agregadoras plantean acuerdos muy claros con valores fijos para promocionar al artista.

-Hoy muchos músicos para sacar sus primeras producciones manejan sistemas de cooperación y de recolección de fondos desde Internet (Crowdfounding), ¿Spotify se inserta de alguna manera en esas nuevas tendencias?

Si porque al final lo que nosotros hacemos tiene un componente social muy grande. Uno puede escuchar a un artista argentino en Spotify, y a partir de allí esa música puede comenzar un recorrido, ser escuchado en muchas partes del mundo y convertirse en hit. Hay muchos casos de artistas muy locales que se hicieron virales, que llegaron a los oídos de algún productor, y que se conviertieron en hit. A través de la colaboración se pueden crear hits.

Spotify nació en Suecia en 2008 en Estocolmo, ciudad que era considerada en aquel momento capital de la piratería porque allí había surgido “Pirate Bay”. Ante ese panorama, la industria de la música de aquel país atravesaba una muy mala situación económica y prácticamente no generaba ingresos: fue cuando les acercaron este modelo a las discográficas, y como estaban tan mal, probaron porque no tenían nada que perder. Resultó ser un gran éxito y la idea original planteaba crear un producto mejor que la piratería: con archivos que no generen riesgos, que sea legal, que le produzca beneficios económicos a los artistas, y que sea a demanda. Spotify paga por el número de streams de cada canción. A nivel mundial tiene 24 millones de usuarios gratuitos y 6 millones pagos. David Beckham, Obama y muchos otros famosos lo han recomendado.