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Por Javier Porta Fouz. En la entrega anterior de este balance -que ya no suena tan adelantado cuando estamos en la mitad de noviembre- revisé los rutilantes estrenos del mes de enero. Y los destacados eran un montón, en un mes que había tenido cinco jueves. Febrero sólo puede tener 5 jueves los años bisiestos y si justo, además, el 1 de febrero cae jueves, lo que le permite al 29 completar el quinteto. Así que este año, obviamente, hubo cuatro jueves para el mes corto. Veamos.

 

El primer jueves del mes trajo una película de Steven Spielberg. No, no me gustan todas (Las aventuras de Tintín me genera un enorme tedio), pero sí la mayoría. Y Lincoln es de las verdaderamente grandes. Aquí escribí algo. Ese mismo jueves hubo, además, dos muy buenas películas argentinas: Cracks de nácar y La chica del sur de José Luis García.

Del segundo y tercer jueves del mes no vamos destacar ningún título, porque estamos destacando positivamente. Y llegamos a fin de mes, y nos queda The Master de Paul Thomas Anderson, que me sorprendió, sobre todo porque su película anterior, Petróleo sangriento, me había decepcionado profundamente. Aquí un texto sobre The Master.

Si febrero tiene 28 días y el primer jueves es el 7,¿qué número le corresponderá al primer jueves de marzo? El mismo: 7. Si el primer jueves de un febrero de 28 días cae entre el 1 y el 3, febrero tendrá cuatro jueves y marzo cinco (cuatro con los mismos números). Si el primer jueves de un febrero de 28 días cae entre el 4 y el 7, febrero tendrá cuatro jueves y marzo también cuatro, con los mismos números. Y ahora que se enteraron de esta trivia del calendario, pasemos a las películas del tercer mes del año.

Saltemos directamente a la segunda semana, cuando se estrenó -tardíamente- una muy recomendable película chilena de 2009: La nana. Esa misma semana me sorprendió positivamente el policial En la mira y poco después la de animación Los Croods. El mes cerró muy bien con las aventuras de sabor clásico de Jack El cazagigantes

El repaso por febrero y marzo, sobre todo al compararlos con enero, me deja la sensación de que quizás este 2013 no haya sido tan pero tan bueno como me parecía. Pero falta mucho todavía. Y abril trajo…

Stoker de Park Chan-wook. A muchas veces de haberla visto, tengo un gran recuerdo y ganas de verla otra vez en una sala de cine. Y el último jueves del mes de abril, que también tuvo cuatro jueves, trajo dos de las mejores de la temporada. Una gigante de Hollywood. Otra de un director portugués (el cine portugués desconoce la idea de cine masivo).

Abril se cerraba con excelencia en la variedad, nada mejor como propuesta. Y recién repasamos un tercio de este 2013. Continuará.