Tonto y retonto 2

Por Cicco. Tal vez piense que Jim Carrey es un pelmazo y un idiota, pero qué quiere que le diga: a mí me encanta. Ví cada una de sus películas, incluso las malas, incluso su paso por el drama. Y todo en él siempre rinde. Pero allá, muy arriba y muy lejos está su obra cumbre. La comedia más descerebrada y mordaz que se haya visto en mucho tiempo. Y sí, hablamos de “Tonto y retonto”, y lo que me tiene ansioso: después de 20 años del estreno, llega la secuela.

 

Nunca la pavada fue tan efectiva. En los Estados Unidos la peli recaudó 127 millones. Y lo que parecía una idiotez absoluta, se transformó en genialidad de la demencia. La parábola de dos Quijotes de cerebro con cortocircuitos, lanzados en un mundo hostil y traicionero.

Como fan aplicado de Carrey, uno ya sabía desde hace un año que andaba filmando la continuación. El mismo Jim se ocupó de sacarse una foto con el diente partido –el sello de Lloyd-, la subió a su cuenta de Twitter y dijo: “¿A qué no saben quién está de vuelta?”

Qué gran noticia, mis amigos. “Tonto y retonto” no es sólo la mejor peli de Carrey. Es el punto álgido de los hermanos Farrelly, quienes venían de dirigir otro hitazo “Locos por Mary” –también es de alto vuelo “Irene yo y mi otro yo”-. Pero nunca nunca eh, su humor destiló tanto veneno y demencia como en las andadas de este dúo de idiotas que de tan idiotas uno empieza a quererlos. Harry y Loyd tienen algo de traspié, cachetazo y fuga de los Tres Chiflados. Al igual que el trío, ellos se ocupan de derrotar a malvados y, ni enterados.

Aunque claro no sólo está Jim: ahí está también Jeff Daniels, uno de los actores más talentosos de Hollywood: puede virar del imbécil de Harry, hasta el malvado en una de Clint Eastwood, el galán de una de Woody Allen –La rosa púrpura del Cairo- hasta el director de un periódico en la serie que transmite HBO –El diario- con la cual obtuvo un Emmy.

Jeff es el Sancho Panza de Quijote –creo que ya usé la comparación con el Quijote, mil disculpas, ando corto de comparaciones-. El McCartney de su Lennon. En fin, usted me entiende. "Cuando trabajo con Jim, quiero que él sea Jim. Queremos ver ese tornado de comedia”, dijo Daniels en el New York Times. “Lo mejor es aferrarse a él y dejarlo que nos arrastre por toda la película”.

La idea de una segunda parte se inició cinco años atrás, cuando Carrey llamó a Peter Farrelly y le dijo: “Tenemos que hacer la secuela”. En la habitación de un hotel cinco estrellas, acababa de ver “Tonto y retonto” y estaba entusiasmadísimo. Le dijo que en esa peli había mucho amor –será resultado de su momento más sensible donde pinta y practica meditación-.

Los directores no lo podían creer. Habían pasado 20 años desde la primera parte, y los actores desde entonces, nunca se volvieron a cruzar en un set. “Les llevó dos minutos nada más”, dijo Bobby Farrelly. “Y volvieron a estar exactamente como 20 años atrás”.

No le voy a contar de qué va la secuela de la mejor comedia de los últimos tiempos básicamente por dos motivos: 1- No quiero arruinarle la sorpresa. Y 2- Ni yo sé de qué se trata.