FÚTBOL, CANAL 7 Y EL DÍA QUE VOLVIÓ MAURO VIALE
Pesadilla en la TV pública

Mauro VialeCanal 7Por: Pablo Llonto. Regresó D’Alessandro, regresó Hernán Lombardi a la función pública, regresó Harguindeguy a Pinamar, regresa Crítica…¿cómo entonces no iba a regresar Mauro Viale a Canal 7? Ocurrió el viernes ocho de febrero. A las 21.10 aproximadamente. Si usted se lo perdió es que no estaba viendo aquello que anunciaron como: “El regreso del fútbol al canal público después de veinte años”.

Transmisión del partido Estudiantes de La Plata-Banfield. De pronto, imágenes vagas, ochentosas; varios carteles amarillos como aquellos de las películas de Olmedo y Porcel anuncian en pantalla: “Comentarios de Enrique Macaya Márquez. Relatos: Mauro Viale”.

Absortos, los televidentes escuchan una voz que atemoriza: “¿Quién mueve?”

Y un jugador responde: “Yo Mauro, el Toti Iglesias”.

Más pesadillas

Luego vino lo peor. ¿O fue antes? La musiquita de Torneos, el vuelo de esa cabrona T gigantesca que es el símbolo de la censura en el periodismo deportivo, la aparición de Oscar Martínez, periodista de TyC en el micrófono de la “televisión pública”, las mismas cámaras (salvo una) de la empresa monopólica, la mención como metralleta al esfuerzo de “Torneos y canal siete” y una frase en el inicio que subraya quiénes son los vencedores en este asunto de transmitir fútbol: “Macaya Márquez, un maestro para mí”.

Oiga señor Asnaghi, gerente de Deportes, no nos joda. Si con los dineros de los argentinos vamos a convertir Canal 7 en la filial de la empresa que tiene la sartén, el mango y los huevos fritos del fútbol, será mejor que presente su renuncia…pero eso sí,  antes exhiba su recibo de sueldo.

Todo lo que se pueda decir es eufemismo: que si es cierto que pagamos 700.000 pesos por mes por lo derechos de un partido por semana porque “luego se espera alguna ganancia por la publicidad”, que así el fútbol grande llega a todo el país “aunque sea una vez por semana para quienes no tienen cable”, que hace veinte años que los argentinos no veíamos “el fútbol de Primera División” por el canal estatal.

Tanta teoría se diluye cuando finalmente se ve que no se trata de la “compra de derechos” (podemos hablar un rato largo de este asunto de comprar derechos de algo que nos pertenece a todos) sino del desembarco de quienes convirtieron al deporte argentino en un espacio de amos y esclavos.

La culpa no es de los trabajadores (¿O es que debemos meternos con el asunto de la obediencia y el miedo?). Es la filosofía de quienes tomaron ese canal para convertirlo (como tantos otros) en otra vaca (como tantas veces). 

¿Quieren hacer algo distinto? Pues empiecen por mostrarnos una previa con trabajo periodístico propio y no quince minutos del discurso de la presidenta ¡reinaugurando aeropuertos! Hagan investigaciones para que “los argentinos de La Quiaca y de Ushuaia” se enteren de los negocios que se cuecen diariamente en la AFA. Dejen que la gente se exprese en las pantallas diciendo si las entradas son caras o baratas y si los estadios son cómodos o aberrantes. Averigüen quiénes son los dueños de los pases de los jugadores. Y por encima de todos, dejen de facilitarles los negocios a los mercaderes.

Caramba, ¿todo esto será hacer periodismo? ¿O será que estamos pidiendo mucho en un país que esta semana produjo la noticia que “en Africa un millón de personas mueren por día de SIDA” (página web de Ñ - Clarín.com)? 

No sabemos que será peor, si ver los partido del viernes en TyC o en ATyC (porque encima eso, el canal público compró los derechos de un partido del viernes…¡que a la vez es televisado, y de la misma forma, por el canal que revendió esos derechos!); el caso es que la empresa Torneos y Competencias ha inaugurado nuevas oficinas y, por si a alguien le importa, están ubicadas en la avenida Figueroa Alcorta y Tagle. 

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