CRISIS EN EL FÚTBOL

Por Pablo Llonto. El derecho de autor para la frase del título le pertenece a Saúl Ubaldini. Aquel líder de la CGT que allá por el gobierno alfonsinista, harto del verdugueo de los radicales que no comprendían las necesidades sociales de un pueblo que volvía a la democracia, le decía a cada momento al presidente: “a la protesta la acompañamos con propuestas”. Ubaldini, al menos, tenía los 26 puntos de la CGT en una carpeta.

 

Las últimas semanas del fútbol argentino no son más que protestas y protestas del periodismo deportivo y de la dirigencia del fútbol.
Que pasó esto, que pasó aquello. Qué la mala organización, que la culpa es de los clubes, de los futbolistas, de los estadios mal construidos, de los médicos, de los organizadores, la seguridad, los policías.

En este gran bonete de la redonda, aún no se han escuchado propuestas.

Ni del periodismo deportivo ni de los hipotéticos candidatos a conducir la AFA. Que el periodismo deportivo no elabore propuestas es un clásico que acompaña al sanateo eterno frente a los micrófonos, muy habitual en las últimas décadas. Esta cuestión de señalar “somos periodistas nada más, nuestra obligación es contar lo que pasa”, se parece, y mucho, al habitual “gracias no fumo” de las reuniones sociales.

Es la síntesis de otras dos sentencias malditas y malnacidas: “no te metás” y “la culpa es siempre del otro”.
Esta concepción del periodismo, que no sólo se utiliza en la prensa deportiva (también se usa y mucho en la prensa política y económica), ha colocado al periodismo en el rol de hábil denunciante y/o hábil declarante sin sustancia.

Así tenemos, en los días recientes, decenas de entrevistas a dirigentes deportivos, realizadas por periodistas que no sabían qué repreguntar. Uno de los ejemplos de la semana que pasó fue el rerportaje, en radio Rivadavia, (Oral deportiva) a Hugo Moyano, el presidente de Independiente y a la vez multisindicalista, quien se postuló para agarrar la manija en la AFA. Moyano, como Tinelli, como Segura, y como tantos otros, quieren el sillón de la calle Viamonte sin explicar qué cambios pretenden de la organización del fútbol y, para ser más concretos, qué propuestas construyen para ponerle fin a la violencia general que se devora a nuestro querido fútbol.

Si revisamos el penúltimo boletín del Tribunal de Disciplina de la AFA del 14 de mayo encontraremos que por una denuncia de la Asociación Argentina de Árbitros y el Sindicato de Árbitros Deportivos del 22 de abril de este año y en el expediente 68835 se suspendió por dos meses, al vocal titular de Independiente Pablo Moyano, hijo de Hugo, por “manifestaciones indebidas hechas públicamente”. Es decir, por putear a los árbitros.

¿Será esa la propuesta de Moyano al frente de la AFA para solucionar la violencia?

Ni que hablar de los otros asuntos, como el reparto y control del dinero que ingresa a los clubes por derechos de televisación. Sería bueno que mirasen hacia España y el reciente decreto 5/2015 que pone un poquito de democracia al manejo de los millones de euros.

Vamos a tratar de empujar algunas cuestiones, desde esta pequeña caverna de opinión. A ver si a algún periodista o a un candidato a presidente de AFA, se le cae una idea.

Porque con las lágrimas solas no alcanza.