marcelo tinelli

Por Pablo Llonto. Mientras gran parte del periodismo político toma posiciones en sus trincheras llamando, directa o indirectamente a votar oficialismo u oposición, la prensa deportiva no sabe ni qué preguntar a los probables candidatos de la elección en la AFA.

 

Falta poco para octubre, y un agrandado Marcelo Tinelli hace ostentación de billetera e influencias de su fama convocando a tres abogados de buena fama mediática pero moderados conocimientos de Justicia: el ex ministro de Menem, Rodolfo Barra, el ex ministro de De la Rúa, Ricardo Gil Lavedra, y el ex dueño de jubilaciones de privilegio y ministro duhaldista, Jorge Vanossi (alguna vez el impecable Horacio Verbitsky lo llamaba en sus columnas, Jorge Vanidossi). Al trío de matriculados en Derecho les pidió que lo asesoren para ver si está en condiciones estatutarias de ser presidente de AFA.

¿Y qué pensaba el periodismo que le iban a contestar? ¿qué no?

Por supuesto que, mandados a hacer, los tres tristes tigres respondieron que Tinelli está para jugar en la AFA y si alguien se opone, anunciaron: ¡pues iremos a la Justicia!

Nuestra muy venerada prensa del balompié (y también la otra) salió a repetir algunas de las frases complacientes con Tinelli emitidas por los abogados y las hizo propias; así, el terreno quedó sembrado: Tinelli puede ser candidato, y guay de oponerse porque de lo contrario, se alarmaron… ¡habrá discriminación!

Pero de algo que no se habla en este clima pre-electoral de AFA (cualquier parecido con aquello que le sucede a la oposición política en nuestro país, es casualidad) es sobre los proyectos para manejar a ese gigantesco Club de Clubes que es la AFA.

Pregunten a Tinelli sobre 10 ideas para transformar la AFA en un lugar de decencia y buen manejo, o de espíritu democrático y respeto a los socios, y verán que sólo tiene frases hechas al voleo.

La dirigencia deportiva argentina, salvo breves excepciones, transita su peor momento. Si pensábamos que con Grondona teníamos servido el Bingo de las barbaridades, las últimas muestras dan escalofrío: Di Zeo y Mauro en la tribuna de Boca demostrando que en Boca los dirigentes los apoyan; diecisiete árbitros parecen tener más plata encima que aquella surgida de sus declaraciones juradas, el Fútbol Para Todos les dio 6.000 millones a los clubes para mejorar las instituciones, y durante todos estos años los clubes deben más de lo que entró y la AFIP es la principal perjudicada, Tévez es repatriado bajo una montaña de euros y un despilfarro de jóvenes futbolistas boquenses.

Todo esto no hace nada más que confirmar un estilo de manejo: con Grondona dirigente, Segura dirigente, Tinelli dirigente y Magoya dirigente.

Nada podrá cambiar de un día para otro. Lo sabemos.

Al igual que sucedió en la política, la dirigencia comprometida con los valores humanísticos, de justicia, equidad, igualdad y honestidad, debe esperar un gran tiempo para aparecer. Al menos en la política, asomó una camada que estimula cierta esperanza. El problema del deporte, es que, a diferencia de la política, ni ahí viene asomando…

Nos gustaría nombrar media docena de dirigentes de clubes capaces de dirigir a la AFA bajo esas consignas. Pero no los hay.

Como en todo, es cuestión de conciencia y de militancia. Algo escaso en los ambientes deportivos, donde todo es ego, negocios, viajes, individualismo.

Y el periodismo sigue con el guitarreo, mientras los Juegos Panamericanos y los deportistas más sencillos siguen su implacable lucha por mostrar que el fútbol profesional tiene la exagerada difusión que no se merece.

Para estas muchachas y muchachos que compiten en la soledad que les arroja una prensa deportiva que parece más llena de globitos que de pueblo, observar el video del ciclista Leandro Bottasso, su llanto y emoción por el cuarto puesto, les vendría muy bien.