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Por Pablo Llonto. El texto se llama “Una explicación sobre las estadísticas”. Apareció en los últimos días, en la página de Fútbol para todos. No sabemos si los redactores fueron múltiples, o si el impecable y luchador Alejandro Fabbri tuvo mucho que ver en la confección final. Lo cierto es que tratándose de una materia que no despierta nuestra simpatía (la estadística), contiene un concepto que merece tenerse en cuenta: reconocer el valor del deporte amateur. Dicen los señores/as de los números:

 

“A partir del inicio de la actual temporada se planteó hacer una revisión definitiva de los historiales y las estadísticas del fútbol argentino. Esto significa sumar a los partidos entre distintos equipos, todos los encuentros que se jugaron en el período conocido como “amateurismo” entre 1891 y 1934. Se hizo de común acuerdo con la enorme mayoría de los historiadores y estadígrafos del fútbol argentino, ya que durante mucho tiempo se omitieron varias cuestiones. El fútbol organizado se inició en la última década del siglo XIX y no en 1931 como se sostuvo desde los medios…”

Este pequeñísimo giro, que contiene una autocrítica, se suma a media docena de buenas noticias para el periodismo deportivo en los últimos tiempos: la enseñanza para graduados de comunicación del periodismo deportivo en la Universidad de Buenos Aires, el desahucio de uno de los peores periodistas deportivos de la Argentina (Fernando Niembro) por manotear fondos públicos, la espiración de otro esperpento de Fútbol Para Todos (Marcelo Araujo), la consolidación de la tecnicatura en Periodismo Deportivo en la Facultad de Periodismo de La Plata, la primera vez que el canal DeporTV acompañó en una transmisión a los Juegos Deportivos Universitarios, ignorados por el 99 por ciento de los medios en el país.

Es casi nada. Lo sabemos. Pero son las pequeñas llamas que iluminan una visión distinta de un periodismo deportivo tan bobo con el fútbol profesional que llegó al punto de condenar al destierro al resto de los deportes y mucho más a los deportistas amateurs.

Una noticia gremial tampoco debe pasar inadvertida. Esta semana se inició la campaña de afiliación para el nuevo sindicato de los periodistas: SIPREBA. La organización, nacida al calor de la decadencia del actual gremio (Utpba), cuenta con el empuje de centenares de jóvenes, gran parte de ellos delegados sindicales, que prometen un accionar gremial antiburocrático y antipatronal y – con diversos entusiasmos entre sus integrantes – la discusión, por fin, del tipo de periodismo que se hace en el país.

Si las promesas se cumplen, SIPREBA pasará a formar parte grande de la historia de nuestra profesión. Al fin un sindicato que se dedique a la defensa de nuestros derechos laborales pero que ponga el ojo en el tipo de periodismo que se hace. Allí tendrán mucho para decir los nuevos periodistas deportivos que están dispuestos a dar pelea por una cobertura que se aleje del periodismo comercial y vende-avisos, y que no abandone a los deportistas más esforzados, a los clubes más olvidados y, en definitiva, al deporte que en cada rincón conserva la belleza del juego limpio.

Ojalá todo esto se trate de una suma de esperanzas.

Y no de una ilusión.