DEFECA

Por Juan Terranova. Lunes. Escribir un novela. Una más. Sin saber por qué. Luego, breve lista de fechas contemporáneas: 2006. Se crea La Cámpora. 2007. Se abre Facebook en español. 2008. Sale The Fame, el primer disco de Lady Gaga.

 

Lunes, todavía de mañana. Escribo zombie. Si despertar. Como si tocara el piano sin brazos.

Martes. Infojus titula: “Ni reinas ni princesas: un proyecto para regular los concursos de belleza.” Subtítulo: “En Chivilcoy se prohibieron por considerarlos discriminatorios.” Lo único que puedo decir a esta altura es que cuando ya no exista el criterio de belleza y diferencia se abolirá también el deseo. Y entonces nos sentaremos a esperar y un día ya no podremos decir “la suerte de la fea, la linda la desea” porque seremos todos iguales y estaremos muertos. Pongo en Twitter que la belleza, la fealdad y la diferencia generan poder, alientan la crítica y destruyen consensos. Guerberoff me dice que “algún día propondrán formar el equipo de la selección argentina eligiendo once personas al azar.” Me imagino una selección de enanos, transexuales y tullidos. Perderá todo, será humillada, pero dará un ejemplo de vida y tolerancia. Más tarde leo un titular que dice “Exhibirán cráneo de Descartes.” La nota empieza así: “Liliana Huet, directora de la colección del Museo del Hombre (Musée de l’Homme), presentó el cráneo del filósofo francés René Descartes (1596-1650), una de las piezas centrales que se exhibirán en el recinto que abrirá de nuevo sus puertas el 17 de octubre próximo, luego de haber pasado por un proceso de remodelación que duró seis años. En octubre de 2014 el cráneo de Descartes fue escaneado y el diagnóstico del equipo médico dirigido por el especialista francés Philippe Charlier fue que murió por un osteoma gigante, un tumor benigno.” Y después nos dicen a nosotros, los peronistas, los románticos, los italianos, los federales, los mediterráneos, que somos los bárbaros.

Miércoles. Leo un ensayo biográfico del aragonés Julián Gallego sobre Velázquez. Me gusta como describe los dos viajes a Italia que hace el pintor y cómo cita su “flema” y su trato parsimonioso. ¿Y si hubiera sido apenas un poco más romántico Don Diego y no hubiera consumado su carrera como Aposentador Real? ¿Fue Pacheco, su maestro, el que le recomendó hacer carrera en la burocracia palaciega? Ahí hay un tema, casi un motivo, mucho más relevante que las siempre remanidas relaciones entre arte y política. Arte y existencia material. Parece arte y política pero está un poco corrido de ese eje. Como Aposentador Real, Velazquez vivió bien trabajando para Felipe IV pero dejó de pintar, ocupado como estaba en servir y preparar los viajes de su rey. (Gallego da entender que el viaje a la isla de Bidasoa en que el rey de España debía encontrarse con Luis XIV para entregar a la infanta María Teresa deterioró la salud del pintor.) También se señala, con picardía, que Don Diego no llegó a pintar a Carlos II por unos años... Una lástima. Sobran motivos para especular que nos habría dejado un cuadro valioso.

Miércoles, más tarde. Si Diógenes se hubiera cruzado con San Pablo le habría podido decir: “Dios no pide tanto. Con creer dicen que alcanza.”

Jueves. Gogui me consiguió Il caso Juan Peròn-Giovanni Piras. La leggenda di un sardo che sarebbe diventato presidente dell'Argentina de Luca Ballore. Está divertido. Ya la idea está interesante. ¿Tiene asidero en la historia? Creo que no importa mucho eso. Lo que importa es que Perón podría haber sido italiano como para redondear y marcar una pertenencia.

Jueves, más tarde. Internet es una película clase B.

Viernes. Le robo un par de horas al día para leer. Aunque sería preferible escribir. Siempre temí llegar a ese punto, a esa disyuntiva. ¿Leer o escribir? Muchas veces la solucioné escribiendo mientras leía. No es lo aconsejable pero uno siente una fuerza muy especial. Hay algo virgen del orden del saber que se violenta. Voy conociendo, voy desmalezando el terreno y voy poniendo banderas. Son banderas frágiles pero en mi expedición son las primeras. Quizás estos suene críptico en el futuro inmediato, mañana mismo. Para mí, ahora es claro.

Viernes. Guerberoff pone en Twitter una nota sobre la combustión humana espontánea. Empieza con esta línea: “Spontaneous human combustion has always been, if you’ll excuse the pun, a hotly debated subject.” Más tarde, encuentro un viejo tableaux medieval donde un hombre defeca y un jabalí se como los residuos.