Sabemos que el Poder Ejecutivo gasta millones en producir material que luego va a los medios como información “oficial”. Pero eso no es lo más escandaloso. Cuando Clarín titula “Los nuevos actos K: con “casting” de público y pensados para la televisión”, debe leerse que los actos y discursos oficiales no son captados por los medios que van a cubrirlos, que ni siquiera tienen que molestarse en gastar un peso en mandar el móvil. En cada situación comunicable, hay un equipo que filma, procesa y distribuye la información con servicio de satélite particular, para  producir noticias pret-a-publier: listas para sacar al aire el momento cúlmine del “acto de gobierno”.

Leyendo atentamente la nota de La Nación sobre el tema, se comprende mejor el mecanismo por el cual el material producido a costo del estado encastra perfectamente en un sistema de medios cada vez con menos recursos y menos autonomía para producir información propia. Textual de la nota:

     -…La televisación (del acto) la concretó Prensa Satelital, una empresa de los mismos dueños que La Corte, la firma que accedió a más de $ 6 millones de la Casa Rosada mediante contrataciones directas para transmitir sus actos, a lo largo de tres años, antes de que Télam llamara a una licitación pública que también ganó esa empresa. Sólo en 2006, Prensa Satelital cobró más de $ 2,5 millones del Ejecutivo.

     -La compañía graba cada acto con tres cámaras, una fija, otra móvil que enfoca al ex presidente y otra instalada sobre un robot mecánico que ofrece paneos del público. A cambio del pago desde el Estado, transmite y ofrece, gratis a los canales de televisión abierta o cable que lo deseen, los discursos de los Kirchner -él y ella- desde cualquier punto de la Argentina y del mundo…

El detalle mencionado en el último párrafo nos viene a recordar que mucha de la información que vemos en la televisión sobre los actos de gobierno no es producida por los noticieros, sino por esta “Corte” de filmadores profesionales, comisionados para tomar el mejor perfil. Claro que este detalle raramente es mencionado a los espectadores. Mientras que en los diarios suele aclararse en el pie de la foto que la imagen fue proporcionada por Telam o por Presidencia, raramente se aclara en la tele que lo que estamos viendo fue filmado y editado por la productora oficial, a costo cero para el canal que lo transmite, y con cargo para el televidente (por esto de que se pagan con dineros públicos). Si por lo menos se identificaran con el eufemismo “Gentileza presidencial”...

Ya sabíamos que las dos últimas administraciones habían decidido “hablar directamente con la gente”, aunque si se referían a esto nos está saliendo un poco caro. Lo peor es que igual no prescinden de los transportadores que pasan como noticia del día el spot presidencial. ¿No deberían aclarar los  noticiosos cuándo las imágenes que muestran han sido grabadas a cuenta y cargo del gobierno? Menos mal que está CQC que cada tanto cuela una cámara y arranca una que otra primicia filmando al poder en un ángulo distinto al de las imágenes de cadena nacional  de los noticieros, que no ofrecen preguntas periodísticas sino pura viñeta peronista. La paradoja es que gastar $ 1.080.061 por día en publicidad no parece haberles deparado a la pareja del poder una mejor imagen. ¿No estarán tirando la plata? Por ahí, pasa con los spots oficiales como con las fotos de Susana y Mirtha en Caras: tan estiradas e impecables salen que nadie cree que reflejen a la persona real.  El problema es que esta incredulidad en esas pseudo noticias de actos oficiales, siempre entusiastas y multitudinarios, no condena solo al protagonista. El escepticismo que provocan  en el televidente salpica al mensajero que reproduce como noticias propias las imágenes del aparato propagandístico gubernamental. Como dice el refrán, las notas regaladas, a la larga te salen caras…

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