NO ME TOQUEN LOS DIARIOS
Un domingo de miércoles

Columnas políticas de los diarios del domingoPor Luis Majul. Leer las columnas políticas de los domingos es un ejercicio apasionante y tóxico a la vez. Suelo empezar con Eduardo van der Kooy, de Clarín, para que el mate no me caiga mal mientras leo a Mariano Grondona en La Nación.

Este domingo, Eduardo fue, como siempre, moderado y contemporizador. A diez días del asesinato del maestro Carlos Fuentealba tituló su comentario “Un gobierno que se complica solo”, y,  sin olvidar la inclusión de todos los datos positivos de la economía con los que Kirchner nos machaca, se metió en la interna política, para terminar con una anécdota inquietante. Un relato que demuestra que la gente miente en las encuestas (lo que debería preocupar más al gobierno, que siente que gana caminando, que a la oposición).

Opinión y deseo

Más filosa e interesada pareció la columna de Joaquín Morales Solá.
Joaquín, bajo el título “Algunos datos ocultos de la política” deslizó que Jorge Bergoglio fue el gran elector que influyó en la alianza entre Telerman y Carrió. Además lanzó la versión de un eventual futuro acuerdo entre la jefa del ARI y Ricardo López Murphy. Cuando la lectura de la columna finaliza, deja la sensación de que la Iglesia, y también el columnista, desean la formación de una fuerza opositora capaz de competir con el oficialismo y ganarle en segunda vuelta.

No se puede creer

Lo de Grondona no se puede creer.
Menos mal que cada vez influye menos, porque de otro modo se lo debería enjuiciar por apología de la comparación.
El profesor hizo un largo circunloquio para explicar qué significa sedición, orden y anarquía.
Una vez que terminó llamó a los docentes de Neuquén sediciosos y comparó a la dictadura con “los sediciosos Montoneros del gobierno de Kirchner”. También equiparó  los asesinatos, las torturas y las desapariciones del último gobierno militar con la pasividad de esta administración frente a quienes cortan las rutas.

Verbitsky informa primero

Lo mejor de Horacio Verbitsky, de Página 12, es, como siempre, la información.
El autor de Robo para la corona deja la sensación de que terminó de escribir después de hablar largo y tendido con el propio Presidente.
En las últimas líneas El Perro les informa a los docentes de Santa Cruz que el gobierno de esa provincia les reconocerá parte de los aumentos que piden, una vez que casi todos los grandes sindicatos terminen de arreglar sus paritarias.
Horacio les recomienda paciencia y responsabilidad.

Primero yo

Lo de Jorge Fontevecchia es más de lo mismo.
Una larga nota de seis páginas ( ¿estará sin editar por el conflicto con los trabajadores de Perfil?) al banquero Jorge Brito, en la que repite lo que viene diciendo hace tiempo: que K primero pega y después negocia y que así le va bien. Y después, la contratapa de todos los domingos, autorreferencial y narcisista.
Esta vez  explica porqué él, como intelectual, tiene la obligación de ir, incluso, contra lo que piensan sus lectores, y repudia el corte de rutas, a contramano de todos los que pensamos que a Fuentealba no lo asesinó un policía sacado, sino una decisión política equivocada.
Menos mal que terminé de leer antes del almuerzo y de la previa del superclásico. Sino, no se qué hubiera pasado con mi estómago.