CÓMO CAMBIARON NUESTRAS VIDAS ESTE AÑO
La celebridad modelo Facebook

Cumbio en FacebookPor: Julián Gorodischer. Lo más impresionante del año mediático no se vio por televisión; ocurrió en Facebook. Mientras los ratings se dedicaron a languidecer, la masividad de las afiliaciones a la red social más influyente del mundo parece no tener techo. En la TV de 2008 no hubo mucho para destacar, excepto unas pocas excepciones en el último trimestre. Tengo solamente dos menciones: 1° Mike Amigorena (Los exitosos Pells), 2° Gastón Pauls  (Todos contra Juan).

El espectáculo de la red social no concibe un prime time. Se estructura siguiendo el modelo en continuado de un reality show o un canal de noticias. Las celebridades de Facebook favorecen la cercanía con su público enviando notificaciones permanentes sobre acciones irrelevantes. “Bañando a Uma”/ “Haciendo la lista para el Coto”. Cada tanto se desmarca una misiva sentimental que demuestra la “profundidad” del ídolo: “Decidiendo el rumbo de mi vida”/ “Disfrutando del verano”. 

Sin necesitarse productores ni sponsors, la fama en Facebook se construye de uno a uno; no se estalla por “salto repentino” como en Hollywood ni “a dedo” según el mito local. El ascenso estelar es fruto del esfuerzo y el carácter, retomando la mitología del “hombre hecho a sí mismo”: la fama mediática es el resultado de un proceso metódico. El Muro, espacio en el que los amigos publicitan sus comentarios sobre el ídolo, ayuda en términos de autopromoción. La adhesión de una celebridad a un club de fans (“Se ha hecho fan de…”) ayuda a definir un target. La suma de miembros al mismo club define en cada celebridad un grado de influencia. 

Mientras tanto, la celebridad televisiva actual se anquilosa en torno a sus mitos consagratorios más vetustos: figurar en la tapa de la revista Gente o participar de alguna guerra del verano. Las limitaciones del formato irritan a sus protagonistas. “Este año se vinieron más violentas que nunca”, decretó un periodista de chismes en Mar del Plata. Por contraste, la celebridad de Facebook no entra en guerra; enfrenta a su rival de acuerdo al pensamiento estratégico, robando amigos desde sus listados y enviando regalos: gráficos inútiles sin valor estético. 

Por regla, la nueva celebridad de Facebook no contesta las escrituras que le dejan en el Muro. Tampoco responde a los llamados “toques”, mensajes en blanco que son enviados con rango de insinuación. Se inhibe también de responder a mensajes personales pero sí acepta indeclinablemente las solicitudes de amistad, ya que el número de amigos aporta un grado menor, pero no desdeñable, de legitimidad. Los intentos de celebridades tradicionales de competir con sus propias páginas en Facebook fueron vanos: la falta de comunicaciones de orden cotidiano -como “Mirando por la ventana”- entusiasmó poco a los cada vez más insaciables voyeurs. 

Así como los fotologgers ya soltaron a su musa Cumbio, se espera que Facebook provea próximamente algún rey o reina a la TV. Ya hay scoutings contratados  -me dijo un amigo en Facebook- para rastrearlos.     

{moscomment}