LA "NOTICIA DEL DÍA" SE PARECE A LA SERIE 24
Una película para Cristina

Cristina y Cobos en el Congreso el 1º de marzo de 2009C5NPor: Julián Gorodischer. Ya se dijo en esta columna que C5N llevó el género informativo al punto más cercano con la ficción, tomando como modelo el estilo que impuso Fox News (de Rupert Murdoch) en los Estados Unidos. La música lleva los informes policiales, a veces, al registro del policial negro, y otras veces remeda la adrenalina de la carrera contra reloj (incluida la pantalla dividida) de una serie como 24.  De eso se trató el domingo: la llegada de Cristina K. al Congreso para inaugurar el año legislativo fue la puesta en extremo del recurso de ficcionalización. El helicóptero estaba llegando; el aria de ópera intensificándose junto con el avance del cronómetro en pantalla anticipan no menos que un cachetazo cuando Cristina se encuentre con Cobos.

El año pasado, la votación de la 125 fue una película de otro género, más cercano al vodevil de puertas que se abrían y cerraban, certeza (resultados cantados) que dejaba de serlo, muecas irónicas, gestos desesperados, influencia en el título de una revista marplatense como Danza con Cobos. La intensidad de las pasiones, en aquella ocasión, nunca llegó a cuajar en drama; los argumentos repetidos, los formulismos, las caricaturas, la radicalización de bandos, la teatralidad del desenlace podrían haber nutrido, sin adaptaciones, el guión de la parodia nacional “por excelencia” en que devino el humor de Diego Capusotto.

La ficción, subida a la sesión “extraordinaria”, dividió la pantalla, multiplicó los ángulos de visión para cada personaje, incluso respetó el efecto bruto, la opacidad del plano, salpicó de ruido y de interferencia visual el arribo relegando a gesto inútil la pretensión de prolijidad. C5N tomó prestados varios recursos a una serie como 24: entrecortó la transmisión con planos múltiples y sucesivos, diseccionó el protagonismo entre un héroe y un villano; comenzó a narrar mucho antes de la aparición del conflicto (el viaje desde Olivos), alimentó la expectativa sobre un inminente “nudo” con música operística; recorrió gestos compungidos de uno y otro bando consagrados como personajes secundarios; ya ocurrido el encuentro (mucho menos álgido y caliente de lo esperado: un apretón fugaz pero cortés) no se amilanó.

En ese momento el plano se acerca: la cámara acompaña la caminata, recorta el gesto de ambos; se suprime esa instancia vetusta atribuida a un móvil de noticiero como era el pedido de testimonio: la opinión política no tiene nada que ver con lo que se ve; este es el reino de las máscaras; todo el énfasis visual está puesto en el rictus; es menos “tremendo” incluso lo que viene después –la alusión explícita del discurso a la aprobación de la 125, la referencia directa a “la traición”-. Eso se pierde entre el resto de las palabras que, en una transmisión ficcional de este tipo, nunca son importantes. 

La palabra, casi, sobra. De reproducir discurso ya se ocuparán los diarios del día después.  La espectacularidad encontró su clímax en la previa, esa cuenta regresiva que anunciaba el estallido, que –con su aria crispada y sus planos cenitales- no preveía menos que un cachetazo. La lección de Fox News (alerta de peligro inminente) está bien aprendida; la tensión sube como la temperatura de este verano que no claudica ni siquiera en marzo; el rojo no es sólo la sed de sangre de Crónica TV. Es C5N, donde las emociones alteradas son “lo neutro”, y con muy poco “suceso” se consigue estremecer.

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