LA HISTORIA DE LA TV SEGÚN ULANOVSKY Y SIRVÉN
Nuestra escoria

Que desastre la Tv pero como me gustaCarlos UlanovskyPablo SirvénPor: Julián Gorodischer.  Carlos Ulanovsky y Pablo Sirvén historizan el presente degradado, nuestra escoria en ¡Qué desastre la TV! Es más fácil atacar desde la moralina demagógica, pero aclaran: pero cómo me gusta. En el regodeo está la sinceridad, la parcialidad del autor: un compromiso. Los libros sobre tele venden poco, pero no éste.

Un grupo de editores conversaba, hace poco:

-¿Por qué fracasan crónicas destinadas a best seller, como las bambalinas de Bailando por un sueño, por ejemplo?

-La gente que mira no lee.

Interpretación fácil. Lo que no vende es la mirada de soslayo: desacreditar los objetos de la cultura popular y/o masiva conduce a una conclusión previa al contacto con el objeto.

Pero en este libro de Ulanovsky y Sirvén hay orgullo de pertenecer a la platea; no se hace juicio. Entonces surge el testimonio de un imaginario colectivo de este tiempo, marcado por la dispersión, la multiplicidad de focos de atención, la voracidad de consumos. El análisis considera al contexto sociopolítico; la forma, se concibe de acuerdo a las características del objeto: también la presentación del texto es coral, digresiva, capaz de combinar la prosa de manual con los géneros de la prensa diaria: el recuadro, el punteo, la columna de opinión, el dossier (con buenos aportes de Emanuel Respighi y Dolores Graña).

Sirvén se ocupa del repaso “menos cronológico que transversal”. Ulanovsky tiene a cargo la puntuación: se testimonian los grandes movimientos migratorios (la salida de las estrellas antiguas e ingreso de los civiles sin credenciales). Ofrecen crónica y análisis de los nuevos estatutos de la fama, los experimentos que algunos juzgan perversos, la progresión a una TV cada vez más miserable (de la mishiadura, dicen) en la que los propios programas asumen el rol de un casting continuo.

La panorámica se combina con el plano de detalle. Salen sin mancharse del repaso de la “TV basura” historizando la irrupción del “falto de antecedentes” e involucrando la crisis económica; revisando modelos publicitarios sin privar de reseña a las “ayudantes de Mirtha Legrand”. 

Sirvén y Ulanovsky cuestionan la figura del “hito” en cualquier historiografía: aquí, uno puede ser que Pergolini haya bailado el “chufa chufa” en el cierre de la temporada ’99 de CQC y que no pasara por su mejor momento con Cris Morena.

Se siente la referencia al pasado, lo narrado aquí se huele muy presente. Alcanza con encender la tele para comprobar que se mantienen los temas y los estilos, inalterables, todo igual que hace diez años: la ficción de profesiones (Polka), el diván (Giménez), la mesa (Mirtha), el circo (Showmatch). Se dispara inmediata conexión con el pasado no tan reciente, para quien lee. Eso es televisión: repetición que genera inevitable sensación de detención…, el ayer en el hoy.

{moscomment}