UNA CONFERENCIA DE JJ ABRAMS
Claves para una ciencia ficción exitosa

JJ AbramsLostPor: Julián Gorodischer. “¿Qué demonios era esa isla?” –se anticipa J.J.Abrams a las preguntas del público-. La circunstancia: su primera conferencia pública después de Lost. El auditorio: estudiantes y fanáticos disgustos en una dinámica parecida al Actor’s Studio. La consigna disparadora: “¿Qué hay en el misterio que parece atraerme? ¿Por qué hago tantas cosas que involucran misterio?”. Devenido el gurú del éxito de masas, ahora en su faceta de conferencista profesional, durante su presentación en TED (Technology, Entertainment, Design) planteaba: “¿Por qué hago las cosas que hago?”.

Arrojado a su veloz monólogo de stand up, dijo: “Cuando era chico siempre estaba desarmando cajas. Anoche en el hotel desarmé esta caja de pañuelos decartables. Cuando miro esta caja y me doy cuenta de cómo funciona (muestra una caja de cartón al público), me pregunto: ¿Por qué no he abierto aquella otra caja? No la he abierto porque representa algo importante. Representa a mi abuelo. Representa una posibilidad infinita”. Aplausos.

Nacido en Nueva York, criado en Los Angeles, con 42 años, tres hijos, pasión por los híbridos entre géneros, este hombre es un faro para los que sueñan con mantener una autoría dentro de las fauces del mercado. Sus consejos: “Teníamos un secreto con Damon (Lindelof, su guionista), y era que Lost era una serie de ciencia ficción –explicó–, y como Los expedientes secretos X fue vista como anomalía nos lo guardamos para nosotros.” “Representó esperanza. Representó potencial”, dice Abrams. “Y lo que me doy cuenta que hago en todo lo que hago es sentirme atraído por las posibilidades infinitas, por el potencial. El misterio es el catalizador para la imaginación. No es la idea más innovadora. Pero cuando me di cuenta de que en la creación el misterio es más importante que el conocimiento me empezó a interesar. Hay cajas misteriosas en todo lo que hago.”

En la perspectiva de Abrams, nunca habrá respuesta para los grandes misterios que dejó abiertos su serie, porque éstos funcionaron como una excusa para que se desplieguen sentimientos y vínculos: un mcguffin (elemento de suspense que sirve para hacer avanzar la trama pero sin relevancia en sí mismo) y no a la inversa. Para él, ET no es una película sobre un extraterrestre que conoce a un niño; ET es una película sobre el divorcio. Sobre el corazón partido. Y sobre un niño que no puede encontrar su camino. Tiburón es sobre un tipo que está peleando por su lugar en el mundo, con su masculinidad, con su familia, con cómo hacer para que funcione la vida en una ciudad nueva. El mejor terror, la mejor ciencia ficción, ocurre por añadido. “No se necesita la mejor tecnología para hacer cosas que funcionen en las películas. La caja misteriosa seguirá sin abrirse.”   

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