Crónicas + Desinformadas

Habrá visto que hay carreras universitarias para todos los gustos. Antes, si no eras ingeniero, abogado o médico estabas frito. Hoy en día, sin embargo, no sólo la diversidad de carreras abunda además se sumó un ingrediente inesperado: la escuela de video game. No es broma.

No verá tanta bondad en sangre en el hombre occidental como en tiempos navideños. Se pone romántico, soñador, propenso al regalismo masivo. Toda ocasión es buena para un abrazo. O para justificar el brindis. 

Nadie conocía tantas historias demenciales como mi amigo. La tarde que organizó un casting de freaks –vino hasta un gigante genio de las matemáticas-, la noche que se le escapó una araña en un boliche, la vez que lo visitó Iggy Pop, sus tertulias con Luca Prodan. La última noche que vio a Polo antes de zambullirse bajo las vías del tren.

Entre tanto furor por la cocina mediática, y tanto chef con aura de Gato Dumas, que exista alguien como Donato de Santis es un milagro. Es la estrella de Master Chef, uno de los programas más bizarros y pop de la tevé y sin embargo, mantiene su corazoncito tano intacto. 

Pasaron 20 años de la partida de George Harrison y su ida parece ayer. George no sólo fue un guitarrista irrepetible: un loco que llegó incluso a dar vuelta sus solos en los Beatles y grabarlos al revés. Además, fue uno de las primeras estrellas en empalmar rock y espiritualidad. George viajó a India en 1968 y se enamoró perdidamente de su maestro, el gurú Maharashi, precursor de la meditación trascendental.

Nunca en la historia hubo tanta facilidad para invertir los ahorros en cuestión de segundos. Ahora hasta existen apps que permiten comprar criptomonedas en un abrir y cerrar de ojos, o ingresar a Wall Street como si se tratara de un nuevo video juego. 

Dijeron los medios que era “algo nunca visto”. En tiempos donde todo justamente, ya se ha visto, el titular sonaba prometedor. El asunto es que Perseverance, el robot en Marte que, en este preciso momento, toma muestras del planeta rojo para analizar vida microbiana y mandar selfies de danto en tanto, encontró allí lejos algo extraño. No simplemente extraño. Algo asombrosamente extraño. Era, como ya dijimos “algo nunca visto”.

Qué tiempos aquellos donde el teléfono sonaba y uno lo levantaba, pesado y cableado a un zapato con un disco encima con numeritos. El cable era un rulo eterno que, cada dos por tres había que desenredar pues si no, quedabas cada vez más reducido en tu radio de movilidad.

Entiendo las ganas de festejar tras una pila de meses encerrados, barbijo adentro. Es natural que uno se incline hasta bailar carnaval carioca incluso con Ricardo Montaner. Sin embargo, el entusiasmo parrandero hace que uno se vuelva susceptible a cualquier clase de toxina que anda dando vueltas por ahí.

La noticia anunciaba con bombos y platillos que científicos de la universidad de Georgia lograron concebir –en laboratorio claro- los primeros espermatozoides a partir de células madre. No lo hicieron, por ahora, con humanos, pero sí con primates, algo que suele ser siempre la antesala a la aplicación en personas.