¿Por qué será que hasta los santos y las vírgenes son víctimas de las modas? No importa si parte de vacaciones, o vuelve de ellas, lo habrá visto cada vez que sale a la ruta. Antes la santa patrona del camino, era esa mujer agónica que, aún en su trance de muerte amantaba a su bebé: la irrepetible Difunta Correa. Ahora, es ese tipo melenudo de pañuelo rojo, bautizado el gauchito Gil.

Del gauchito se sabe poco y nada. Algunos juran que se llamaba Antonio Gil, era oriundo de Mercedes, que había sido soldado en la guerra de la Triple Alianza, que luego desertó y fue condenado a muerte. Y que a su verdugo, que tenía el hijo enfermo, le dijo que pidiera por su salud en su nombre y el niño sanó. De ahì, el gauchito llegó al estrellato pos mortem, a costa de desterrar de los caminos a la pobre Correa.

La historia de Deolinda Correa también estuvo signada por al guerra. Ella, sanjuanina, dicen, fue tras su marido que había sido reclutado en la guerra. Desandó el desierto con su hijo en pos de reunirse con él. Pero el clima, y la escasez de alimentos la arrastraron a la muerte. Cuando descubrieron su cuerpo, encontraron que le hijo, prendido a la teta, aún estaba vivo.

Dicen que primero la veneraron los arrieros. Y luego, los camioneros. Lo que es más intrigante es saber por qué, con los años, el Gauchito le robó protagonismo rutero a la pobre Correa. ¿Falta de soluciones a los problemas de la gente? ¿Andaba floja de milagros? ¿En el rubro devocional también se impone el patriarcado? ¿Es una campaña de la empresa láctea para ocultar el poder milagroso de la lactancia materna? ¿Será que a pesar de nuestra apertura mental y sentimiento progre, aún nos cuesta pedirle a una santa con la lola al aire?

No lo sabemos. Sólo hay un pequeño indicio de actualidad. Tras el comentario de los puesteros sanjuaninos que aún venden las estampitas, y prendedores de la Difunta, y señalan que la imagen están un poquito desactualizada, el Ministerio de Turismo de San Juan tomó nota del problema y decidió capacitar a cinco diseñadores gráficos y cinco ilustradores para que le den a Deolinda un toque más pop. Aún las imágenes están en etapa de evaluación. Pero pronto, la Difunta Correa tendrá su nueva estampa fashion y ganchera, lista para salir a la ruta. Y que tiemble el Gauchito Gil.