Lunes. Después de las Pascuas, hoy es 2 de abril. Trabajo en el Museo. La semana pasada Mavrakis publicó en una nota en Revista Paco donde una mujer analiza las posibilidades de tener un lenguaje igualitario. Lo hace en serio. Reemplazar las letras o por equis, esa línea paralinguística, ese tipo de igualdad. Mavrakis dice que es irónica. Luego publica el artículo y se va a Londres. No creo que se escape. Al menos no de estas especulaciones extraviadas. ¿Demasiada intimidad aquí, o más bien demasiada poca intimidad? Mejoremos la pregunta, ¿cuánta intimidad es necesaria? Es la pregunta que nunca hay que hacerle a Internet.

Lunes, más tarde. Mavrakis me manda desde Londres fotos de War Museum. Quizás percibió mi desagrado por la nota y quiere compensarme. Las fotos son tres, las tres hablan de Malvinas. Las tres me dicen algo. (Supongo que Malvinas es mi objeto de estudio hoy, más aún que la Segunda Guerra, sin la cual quizás yo no sería argentino. Rara triangulación esa, siempre un poco presente, Italia, Argentina, Inglaterra. Y no se me pasa que una de las piezas de artillería antiaérea que fotografió Mavrakis, usada durante la guerra por los argentinos, y llevada como premio por los británicos, es de origen alemán. Una pieza de artillería alemana en el Atlántico Sur.) Retomé un libro que abandoné hace años, Licantropía, historias de hombres lobo en occidente, de Jorge Fondebrider. No está mal. Tampoco está bien. Fondebrider compila y organiza relatos desde la Grecia antigua hasta nuestros días pero deja afuera el cine por considerar que banaliza el mito. ¿Por qué una narración oral normanda transcrita por un monje católico tiene más autoridad, o menos banalidad, que una película del siglo XX? Fondebrider no explica eso. ¿Por qué no lo explica? Porque es inexplicable. Todos los hombres lobo son válidos, y mucho más los hombres lobo del pop. No creo que haya otros.

Martes. Estuve viendo Spartacus y Full Metal Jacket. El enigma Kubrick, ¿de qué se trata ese enigma? Hizo películas muy diferentes entre sí pero, al mismo tiempo, hiladas por intereses y formas comunes. En un documental de la BBC, una voz en off dice que Kubrick no sabía cómo tratar a los actores.

Miércoles. The long revolution decía Raymond Williams. Hoy, todas las revoluciones son cortas, gracias a las redes sociales. ¿Qué más? Nada más. El dolor de espalda va y viene. No es grave, pero sigue al acecho.

Miércoles. En 1956, Lili Kraus grabó las sonatas completas de piano de Mozart, con algunas piezas más. El registro fue remasterizado en el 2017. Kraus llena esa música de matices en el volumen y en el tempo. El sonido es tan emotivo y positivo que emociona.

Jueves. La música de los suicidas es el pop.

Jueves. Escribir un diario es juntar basura y darle una forma.

Viernes. Empiezo a leer los diarios de Nijinsky. Pero en unos días me voy de viaje y no me los voy a llevar. Noto, eso puedo decirlo sin mucho margen de error, que hay un amplio contraste entre lo que él entiende como un diario, y lo que yo escribo acá. Pero, bueno, él era un genio, y yo soy un idiota. “En mi música, hay mucho silencio” decía Henri Michaux. Y luego agrega: “Hay ante todo un silencio que tiene que encontrar su lugar.”