Opina Deporte

En aquel lejano 2020 del crimen de Fernando Báez en Villa Gesell, diversos periodistas coincidieron en pintar el asesinato con un color agregado: la violencia asesina estaba contaminada por el nada inocente hecho de ser rugbiers.

¿Logrará Boca revertir su imagen? Esta pregunta no se monta en un análisis futbolero del Boca que el domingo pasado en la Bombonera apenas pudo con Atlético Tucumán. Para ello hay que aguardar un tiempo.

(Mejores columnas de 2022 - publicada en el mes de merzo) Al machista mundo del deporte no le gusta nada que se desencadenen noticias sobre el deporte y las mujeres.  Al machista mundo del periodismo, no le gusta nada producir noticias sobre mujeres. Al machista mundo en que vivimos no le gusta nada escuchar noticias sobre mujeres. 

(Mejores columnas de 2022 - publicada en septiembre) Gracias a la variedad de recursos que los y las periodistas de Tiempo Argentino despliegan semanalmente, uno puede acercarse a materiales distintos sobre la vida deportiva que otros medios desconocen. Fue por el colega Andrés Burgo y una entrevista a Marcelo Gantman (periodista especializado en tecnología y datos relacionados con el negocio del deporte) que supimos de un libro recomendable para armar polémicas.

(Mejores columnas del archivo  2022 - publicada en mayo) El daño que los medios hegemónicos han causado al periodismo es de una magnitud descomunal.  En general por dos vías: acaparar e imponer agenda. Y ocultar los hechos que suceden en la base popular, allí abajo, en el barro, en donde están los y las humildes.

(Mejores columnas de 2022 - publicada el 18 de octubre) Cada cierto tiempo, el periodismo deportivo pierde totalmente la memoria. Se olvida del atletismo, el ciclismo, el waterpolo, y una larga lista de los deportes más bellos que el fútbol.

Apagadas las luces del Mundial, debíamos prepararnos para los clásicos excesos de lengua de la prensa argentina. Y así ocurrió. En la práctica profesional del “hablemos sin saber” que tanto caracteriza a nuestras y nuestros periodistas, y en especial a los que embadurnan sus rostros en las pantallas, se destacaron dos cotilleos:

Gonzalo Bonadeo fue quien dio el primer paso. Unos días antes de la final ante Francia hizo públicamente su autocrítica señalando que en aquellos primeros tiempos del 2018, cuando en la AFA designaban a Lionel Scaloni como entrenador reemplazante de Sampaoli, él fue uno de los tantos que objetó al “desconocido” Scaloni.

Jugar una final de la Copa del Mundo es el máximo sueño de un futbolista. Ganarla o no es otro asunto, porque en el deporte hay que aprender también a ser feliz con un subcampeonato. Por eso ahora, es el momento de gritar muy fuerte que la misión y los sueños están cumplidos.

Si es por la televisión argentina, especialmente los medios privados, y el centenar de periodistas que mandaron a Qatar, la conclusión podría ser que se trata de un país sin clase trabajadora.