Opina Deporte

Primeros…en el Mundial de la pavada periodística. El que se juega cada cuatro años, sobre todo por televisión, y se compite por ver quién dice la mayor cantidad de sandeces durante un mes.

Quienes ya tenemos un recorrido externo de Mundiales, es decir mirándolos de afuera, hemos pasado unas cuantas sensaciones de frustración similares a la del martes ante Arabia Saudita.

A siete días del Mundial, en un país que se jacta de amar el deporte porque tiene dos Copas del Mundo y centenares de campeonatos y torneos ganados en nuestro planeta, la prensa deportiva argentina ignoró el acontecimiento más grande del año: en San Juan, los tres equipos nacionales de hockey sobre patines se llevaron la medalla de oro mundial. Campeones en juveniles, campeonas femeninas y campeones en varones.

Sí, ya sabemos. Se viene Qatar. Y mientras los medios comerciales anuncian los más variados programas (nunca originales, siempre aburridos) acerca del Mundial de Qatar, al mismo tiempo silencian y censuran otros Mundiales. Por supuesto, de luchar contra la FIFA, nada.

Aquel Dios que dicen que existe y que atiende ( o atendía) en Buenos Aires, debió aplaudir la silenciosa marcha de Patronato de Entre Ríos hacia la Copa Argentina.

Un cacho de dignidad le puso un color distinto a dos celebraciones futboleras en tierras sudamericanas.

Cada cierto tiempo, el periodismo deportivo pierde totalmente la memoria. Se olvida del atletismo, el ciclismo, el waterpolo, y una larga lista de los deportes más bellos que el fútbol.

¿Cuánto tiene que ver el periodismo en las salvajes represiones de policías de las más diversas jurisdicciones?

Calculados, prolijitos, muy risueños y evidentemente redituables, los partidos homenajes o partidos de despedida, se han convertido en un retrato de estos últimos tiempos.

Pocos rostros más felices que los vistos en la tarde del domingo en la Bombonera. En la cancha, las campeonas de Boca. En el público, la felicidad de un momento histórico y placentero.