Dijo Gerard Depardieu hace 72 horas al llegar a Buenos Aires: “La televisión del mundo está llena de personas gritando, de reality shows y futbolistas corruptos millonarios en pantalla quienes son seguidos por imbéciles que los alientan a seguir ganando dinero”.

El actor francés tendrá sus razones para semejante afirmación. Y desde aquí le decimos: nada de aquello que resumió, es ajeno al periodismo de TV en la Argentina. Quizás nuestros futbolistas corruptos millonarios no lo sean tanto como los europeos (ni tan corruptos ni tan millonarios), aunque la referencia de un hombre francés que obtuvo la ciudadanía rusa en 2013, no reconoce fronteras.

Aquí, más bien, podemos hablar de dirigentes del fútbol corruptos más que de futbolistas corruptos. Y si para muestra basta una mención, allí están desfilando unos cuantos ex jerárquicos de Conmebol, AFA y las empresas de medios que hicieron, hacen y harán dulce platita con la pelota estafando al estado y a los televidentes. La plata, como siempre, se la llevaron a los paraísos fiscales.

El fin de semana dos fotos de la otra cara del deporte dieron la vuelta al país. Sin deportistas multimillonarios a la vista. Sin embargo, la gran prensa los olvida.

El diario Clarín, fiel a su costumbre de dar retorcijones a los hechos verdaderos hasta transformarlos en mentiras y así golpear a sus enemigos mostró la foto de las inmensas piletas de natación que la organización social Tupac Amaru construyó en los últimos años en Jujuy.

Allí aprendían a nadar o tenían su primer contacto con piletas en serio miles de niños/as y adolescentes de los sectores más empobrecidos de la Argentina. Allí había deporte hasta diciembre de 2015. El texto de Clarín el domingo en cambio señalaba que : “Un agujero en el costado de la escultura gigante de un lobo marino deja ver los hierros oxidados que hasta hace un año la mantenía como el centro del Parque Acuático. Los pingüinos, en cambio, permanecen intactos sobre un pedestal. Abajo, varias piletas encadenadas ocupan casi dos manzanas. Las unen puentes y toboganes. No tienen ni agua ni tampoco las bombas que las mantenían limpias: fueron lo primero que se robaron”.

Ni una palabra de los responsables. Ni una palabra de los saqueadores 2016. Ni una palabra del gobernador Gerardo Morales causante de la destrucción de un movimiento cooperativo que además de construir casas y fábricas, extendía el Derecho al Deporte a los más necesitados.

El otro dato, quizás menos ignorado, pero aún en las sombras es el torneo Liga del Potrero que bajo la iniciativa del Padre Pepe (aquel que trabaja socialmente en la Capilla del Milagro, en José León Suárez) juntó a varios equipos adolescentes de villas, para que disputen un campeonato en la mismísima Bombonera (ayudó Boca Social) y el sábado pasado fueron recibidos por el Papa en Roma.

Como siempre, el eje de la noticia, fue la visita al Papa y la foto, lamentablemente , más que mostrar a los pibes, mostró al presidente de Boca en primer plano. ¿Alguien hubiese destinado coberturas a este hecho si el dirigente no estaba? ¿Y qué ocurre en la cobertura diaria de los partidos, los campeonatos humildes, la vida de esos clubes villeros y tantos otros que abundan en el país? ¿Van las cámaras? ¿Van los cronistas?

¿O somos como bien dice Depardieu “los imbéciles que alientan a seguir ganando dinero?