A las 0:30 del lunes trece de abril, por Canal 13, Sebastián Vignolo, el conductor del nuevo programa deportivo “Pasión por el Fútbol” formula un ruego a quienes estamos del otro lado, en nuestro sillones: “…no se duerman…ya volvemos”. Y tiene toda la razón. El programa da sólo para bostezos.

Comienzo aburrido, insípido y desangelado el del debut. La presencia de dos ídolos de River y Boca (Fernando Cavenaghi y Juan Román Riquelme) aportó muy poco para calificar a esta hora y pico periodística de ocurrente, semi ocurrente o mínimamente ocurrente. Y no por ellos.

Repeticiones de alguna jugada polémica de la fecha (el sablazo de afuera del área de Nacho Fernández que pegó en el palo de Unión y al parecer dentro del arco) y dos entrevistas, no alcanzaron ni para llegar a un 4 sobre 10.

Los aportes de Horacio Pagani, discutiendo sin sentido para dar apariencias de hombre que se enoja con todos, fueron tan insustanciales que se le escapó un “ …si la pelota entró es gol…” ¡Tanta demostración de certeza!, a veces apabulla. Y entonces uno siente, luego, que el sueño lo vence.

El mejor sin dudas fue Riquelme. Voz simple, tirando a inocente, zafaba tranquilito cada vez que la rústica ronda de preguntas, mostraba a los panelistas desesperados por sacarle una frase picante que se ganase el Oscar al zócalo.

Querían (el Rifle Varela, sobre todo) obtener de Román algunas promesas-bomba de sus labios. Por ejemplo, al preguntarle “¿ Y si te llaman dentro de seis meses de Boca para jugar la Libertadores?” Y Riquelme, con esa sabiduría de los hombres sencillos, les recordó a todos: “soy un ex jugador”.

Anunciado como un programa “para conocer todos los detalles de la fecha”, esta vez Pasión se fue para el otro lado y no mostró casi nada de la fecha y no exhibió ningún recurso de originalidad técnica ni de contenidos.

Es muy notorio lo que le cuesta al periodismo deportivo argentino inventar, crear, pensar. Suelto de lengua para criticar futbolistas, jugadas y entrenamientos, o para adivinar formaciones y transferencias que después nunca se concretan, a la hora de formular una propuesta de buen programa, se retrocede 20 años. Pasión por el fútbol es como cualquier mesa de esas que se forman en TyC Sports, pero un poco peor.

Evidentemente no fuimos los únicos que lo sentimos así,. Vignolo se dio cuenta y llamó a no dormirse. El editor de la página web de Canal 13, cerca de la una de la mañana, y viendo que el programa no daba para más, colocó un título semiescandaloso en la página para ver si así en las próximas horas alguien le sacaba una frase llamativa al programa: “¡No lo convence! Juan Román Riquelme criticó al Boca del Mellizo: “Le hace falta una pausa”

Y bueno, en una de esas, con un poquito de morbo y otro poquito de escándalo barato, consiguen que alguien se despierte.