¿Le robaron un penal a Boca? El zócalo de los principales noticieros deportivos y los programas-resumen de fútbol, anticipan en la noche del domingo que nada interesante habrá para decir en los próximos días del periodismo deportivo argentino. Quieren que se hable de un penal (la mano casual de Juan Cruz Komar) que, por si fuera poco, es uno de los miles de “penales” que pueden serlo o no. Es decir, interpretación pura de un árbitro.

Es decir, discutir sobre la nada misma.

Todo se olfateaba durante la conferencia de prensa del entrenador de Boca después de la derrota ante Talleres en La Bombonera. Allí se quejó el hombre de una “radio partidaria” xeneise: “hace nueve meses que a Boca no le cobran un penal”, dijo. Por suerte Guillermo Barros Schelotto es más serio que el 90 por ciento de los cronistas que acuden a una cancha: “Ya van a venir (los penales)...yo estaba lejos de la jugada, en el campo de juego me dejé llevar por el grito de los jugadores y el pedido de la gente. Cuando uno lo analiza es penal, pero el árbitro se equivoca a veces a favor y otras en contra. Creo 100 por ciento en la honestidad de quien nos dirigió, y están todos capacitados. Se equivocarán como se equivoca un entrenador”.

En un portal de noticias (Infobae) alguien escribe que otro gran tema de la semana será la no convocatoria de Mauro Icardi a la Selección. ¿Análisis concienzudo? ¿Información trascendente? No, simplemente una deducción de farándula de cuarta. Infobae afirma que debido a su relación con Wanda Nara el delantero de Inter no será convocado por el Patón Bauza para el partido por eliminatorias ante Chile del jueves 23 de marzo.

Como vemos, el otoño ha llegado. Pero no el de los 21 de marzo. Ha llegado el otoño del periodismo deportivo argentino.

Vamos de mal en peor. Usted toma cualquier canal de TV, cualquier programa de radio, cualquier página deportiva y nada lo conmueve. Si no fuese por las imágenes de una Liga de Fútbol, un torneo de basquetbol o un disputado choque de rugby, la atracción sería cero. Escasez de reportajes jugosos, mínimos rescates de archivo, desastrosos análisis del mundo deportivo.

¿Es que no hay nada para decir en estos días? ¿Es que no hay nada para investigar?

Ha sido la semana de la peor noticia para el aficionado al fútbol. La AFA anunció que le entrega la televisación del fútbol al menos por cinco años, a los dueños de Turner-Fox y Clarín. Es decir, volvemos al sostenimiento del gran negocio del fútbol gracias al dinero que se le sacará a la mayoría de los hinchas pudientes que, desde sus casas, tendrán que pagar para ver. Cuando en agosto se conozcan las cifras de los abonos, cuando sepamos que habrá televidentes de primera, de segunda y de tercera, cuando los partidos en los celulares tengan un plus en el abono, habremos aprendido que aquella frase mentirosa del presidente Macri (“El Fútbol para Todos va a seguir, pero sin política”) era una de las cien puñaladas que Cambiemos le clavaría al pueblo argentino, con el único fin de otorgarles mayores ganancias a quienes más dinero tienen.

Sólo Página 12 y algunas radios alternativas se dedicaron a contar lo que se viene.

Otra muestra: esta será la semana de los 41 años del golpe genocida. Las estrellas estrelladas del periodismo deportivo por televisión –mayoritariamente- ignorarán lo que ello significa. Unos pocos entenderán que el deporte no puede seguir distraído como lo hace habitualmente, frente al hecho que hiere aún a nuestra sociedad y desata sus peores consecuencias: el individualismo, la codicia, la dependencia, la impunidad, el país para pocos.

Si usted piensa que el penal “no cobrado a Boca” es lo más importante que nos ha quedado en estos días, usted será feliz en estos días.

Los otros, cambiaremos de canal. No hay nada más horrible que hablar de nada.

Porque eso es lo que quieren. Que de nada hablemos.