La zoncera que usted aprecia, con la leyenda “Apareció la pelota del penal de Wanchope”, puede que le despierte una sonrisa.

Es uno de los tantos memes que luego de transitar por las redes sociales, vagabundeó por las páginas de varios medios de prensa digitales (Infobae, Los Andes…) en la búsqueda periodística de pescar originalidades. Fue en la noche del 1 a 0 de Boca ante el Junior de Barranquilla cuando el delantero, a la hora de ejecutar un penal, le dio muy de abajo a la pelota y la mandó arriba.

Desde hace un buen tiempo, especialmente desde el día en que Twitter se apoderó del planeta tierra, un sector de periodistas deportivos se dedica a la captura de chistosos hinchas que se burlan de jugadores que patean penales fuera del arco, partidos aburridos, desastrosas derrotas o resultados negativos que protagonizan deportistas supuestamente consagrados.

Nació, en aquel momento, aquello que podemos llamar “el periodismo memerto”. Un periodismo que recopila la voz de los hinchas o de los aficionados y selecciona todo lo que vuela por el espacio digital para que el mundo sepa quién la tiene más larga a la hora de hacernos los graciosos.
Todo muy divertido, hasta que un día deja de serlo.

Pasó algo similar en la Argentina de los afiches, allá por los noventa y los comienzos de nuevo siglo cuando el supuesto ingenio popular se burlaba del rival, en la misma noche del domingo, con algún poster que desde los muros de una ciudad dejaba mal parado al perdedor.

Cuánta falta nos hace el humor para sobrellevar los dramas deportivos de todos los días. Por eso el reclamo al periodismo memerto, es que efectivicen un enorme esfuerzo en seleccionar lo mejor de los memes para que los atribulados lectores puedan reír de verdad.

Y ya que estamos con el periodismo memerto, vayamos a la TV pública. Allí donde esta semana que pasó reapareció Don Enrique Macaya Márquez.

Gran valor del periodismo deportivo, el hombre que nada nos ha dejado en sus cincuenta años de carrera, conduce ahora junto a Marcelo Benedetto el programa Rumbo a Rusia 2018.

Macaya es otro de los hombres de prensa que nos arroja a la risa permanente.

Por si usted se los perdió, aquí va el desopilante diálogo del programa debut del jueves pasado.

Marcelo Benedetto (hablando de un informe sobre San Petersburgo y el estadio Krestovski una de las sedes del próximo Mundial): Me quedo fundamentalmente con lo que estaban hablando del tema de la noche… hablaron de vodka, hablaron del tema de que no hay oscuridad…ehhh

Macaya: Algunos fanáticos dicen “¡Viva Vodka!” ¿no?

Marcelo Benedetto: ¡¡¡Queee buenooo!! Yo quiero que ustedes sepan realmente, que sepan, que usted tiene un gran humor. Sí, yo un día voy a empezar a contar, si me lo permiten…porque yo me tengo que cuidar con Enrique…

Macaya: no, no, no, ya está

Benedetto: Usted en los viajes en remise, en torneo s de verano, usted hacia cosas, ¿usted recuerda?

Macaya: ¿Cómo hacía cosas?

Benedetto: No dije nada malo

Macaya: lo está insinuando

Benedetto: ¿Usted va a poder contar un chiste, por ejemplo, como ese de Boca?

Macaya: No soy muy gracioso yo…soy muy malo.

Benedetto: Ustedes sepan que Enrique es muy divertido

Al fin ha dicho una gran verdad, don Macaya. Usted es muy malo.