Expertos en meteorología y aviación alertan sobre un incremento en las turbulencias durante los vuelos. La principal razón es el fenómeno climático de La Niña, que se ha fortalecido y se espera que persista. Este evento climático, caracterizado por aguas más frías en el Pacífico ecuatorial, desencadena cambios en los patrones atmosféricos, generando condiciones propicias para la formación de turbulencias en altitudes de crucero.
El aumento de las temperaturas globales también desempeña un papel crucial. El cambio climático está provocando alteraciones en la corriente en chorro, un flujo rápido de aire en las capas superiores de la atmósfera. Estas alteraciones contribuyen a la intensificación y frecuencia de las turbulencias, lo que supone un desafío adicional para las aerolíneas y los pasajeros.
Aunque la seguridad de los vuelos no se ve comprometida, la experiencia del pasajero puede resultar más incómoda. Las aerolíneas están tomando medidas para minimizar las molestias, como ajustar rutas y altitudes para evitar áreas con mayor probabilidad de turbulencias. Sin embargo, los viajeros deben estar preparados para posibles sacudidas durante sus trayectos, especialmente en rutas transoceánicas y regiones específicas afectadas por La Niña.
A medida que los efectos de La Niña y el cambio climático persisten, la industria de la aviación busca soluciones a largo plazo para gestionar de manera más efectiva las turbulencias y garantizar una experiencia de vuelo segura y cómoda para todos.
¿Y qué se puede hacer?
Las emisiones de gases de efecto invernadero están elevando las temperaturas globales, exacerbando un fenómeno que afecta directamente a los vuelos comerciales. La corriente en chorro, intensificada por el cambio climático, es responsable del incremento del 15% en las turbulencias en aire claro desde 1979. Las proyecciones indican que, debido al cambio climático, las turbulencias se triplicarán, planteando desafíos significativos.
Frente a esta realidad, se han implementado mejoras notables en la predicción de turbulencias. La inteligencia artificial (IA) se utiliza para prever con precisión la ubicación y gravedad de las turbulencias, permitiendo a los pilotos ajustar las rutas en consecuencia. La tecnología de modelización meteorológica, impulsada por la IA, contribuye a una predicción más fiable. Además, la industria aeronáutica trabaja en el diseño de aviones más estables en aire turbulento, aprovechando la potencia de la IA para garantizar vuelos más seguros y cómodos.
Abróchese el cinturón
A pesar de estas medidas, la seguridad durante las turbulencias sigue siendo primordial. Con 163 lesiones graves registradas desde 2009, algunos vuelos podrían restringir servicios, como la comida, y la movilidad de los pasajeros. Para reducir el riesgo, se aconseja a los viajeros optar por vuelos temprano por la mañana o tarde por la noche, cuando las turbulencias son menos frecuentes. En cualquier momento, es esencial prestar atención a las indicaciones de la tripulación y mantenerse atento a la señal del cinturón de seguridad para una experiencia de vuelo más segura.