En los últimos días se dio a conocer un informe social de la Universidad Católica Argentina en la que se afirma que el 20 por ciento de los niños y adolescentes de la Argentina presentan problemas de nutrición. En diálogo con el equipo de Majul910, Daniel Arroyo, ex ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires y referente del Frente Renovador, analizó los datos del estudio y detalló la gravedad de la problemática:
"En la Argentina tenemos un problema de pobreza estructural. Es decir: alguien que hoy es pobre; tuvo padres y abuelos también pobres. Venimos de una situación de carencias larga y complicada en el país. Y si los chicos de hoy tienen problemas alimentarios y de pobreza; corremos el riesgo de entrar en una cuarta generación de exclusión. Y eso habla muy mal de nosotros como sociedad"
2016: empeoramiento de situación
Según detalló Arroyo, en el 2016 empeoraron los índices sociales y de pobreza: "por la inflación que fue muy alta en alimentos. Y eso se refleja en el aumento de gente en los comedores escolares y comunitarios. Un dato grave: por primera vez en muchos años bajó el consumo de leche fluida en sachet. Eso demuestra un problema de plata. Además en los comedores se come menos carne, menos leche y más harinas. Un cuadro complicado que se complica aún más"
Estrategias contra la pobreza
¿Es posible salir de la pobreza estructural?, fue la pregunta puntual que se le hizo al experto en la charla. Sobre el punto contestó: "Hoy estamos ante una emergencia alimentaria. Eso es lo primero que se debe resolver. Yo creo que hay que armar un gran fondo de asistencia alimentaria. En la provincia de Buenos Aires se duplicaron los montos de los comedores escolares, pero hoy son 12 pesos por ración, mientras que son 40 en la ciudad de Buenos Aires. Para describir la situación. Además, hay un serio problema con el parate de las changas, y por eso hay más gente en los comedores"
Con relación a iniciativas puntuales para mejorar el complicado escenario social actual, dijo que un punto clave es la infraestructura: "hay que pensar muchas obras de infraestructura pequeña (baños, cocinas, veredas, cunetas) para empezar a mover el dinero en los grandes centros urbanos"
Por último el especialista sostuvo que el aumento de la violencia cotidiana está muy ligada a las carencias sociales: "hay una implosión social. La gente que está mal, porque no le alcanza la plata, reacciona hacia adentro de sus vínculos"
8 de septiembre de 2016