(Por el equipo de investigación de La Cornisa) El fiscal Gerardo Pollicita y el juez Julian Ercolini investigarán si Cristina Fernández, Máximo Kirchner y Florencia Kirchner realizaron múltiples y sospechosos movimientos de fondos para mezclar dinero legal, proveniente de plazos fijos y otras inversiones, con otros de dudosa procedencia, como los adelantos de dividendos que recibieron de la empresa Los Sauces, pagados por los empresarios Cristóbal López y Lázaro Báez.

La información fue anticipada por el equipo de investigación del programa de TV La Cornisa en el informe titulado “La mezcladora de dinero K”.

Tanto Pollicita como Ercolini sospechan que intentaron mezclar el dinero para que la justicia perdiera el origen de los fondos. De hecho ambos embargaron los casi 5 millones de dólares que se encontraron en las cajas de seguridad de Florencia Kirchner porque los considera producto de un ilícito. Y la Unidad de Información Financiera UIF) se presentó en el expediente porque sus funcionarios consideran que existe una maniobra de lavado de dinero. La expresidenta y su hija demandaron la devolución del dinero: el camarista Eduardo Freiler votó a favor y Jorge Ballestero en contra. Se espera el desempate de Eduardo Farah, a quien Cristina pretendió recusar pero no pudo.
Insolvencia fraudulenta (subtítulo)

La pesquisa de Pollicita y Ercolini se realizará en el marco de la causa Hotesur. Todo comenzó cuando Margarita Stolbizer, con el asesoramiento de la abogada Silvina Martínez, se presentaron en julio y pidieron investigar la posibilidad de insolvencia fraudulenta por parte de Cristina Fernández. Esto es: el desprendimiento de sus inmuebles, de sus plazos fijos y de dinero efectivo para cederlos a sus hijos con el objeto de que no pudieran ser embargados por el juez Claudio Bonadío, en la causa denominada “dólar futuro “, por la que está procesada.

“Es una operatoria típica, burda y básica de lavado de dinero a través de las cuentas bancarias y los movimientos bancarios” dijo Silvina Martínez abogada de Margarita Stolbizer, al explicar la maniobra de “mezcla” de los fondos de la familia.

Los Kirchner empezaron a mover su dinero de manera sospechosa después de la victoria de Mauricio Macri, en noviembre del año pasado y en el medio de los avances de las causas de corrupción.

Hacia fin de 2015, la familia presidencial pasó su dinero de la banca pública a la privada. Es decir: desde el Banco Nación al Banco Galicia. En el Galicia, Cristina Fernández de Kirchner abrió tres cuentas. Al mismo tiempo, su hija Florencia abrió otras dos. En simultáneo, ambas constituyeron varios depósitos a plazo fijo con vencimiento a 30 días. Todos en pesos.

A medida que obtenían ganancias de esos depósitos, comenzaron a registrarse distintas transferencias. Unas, entre las tres cuentas de la exPresidenta. Otras, de las cuentas de Cristina a las de Florencia. Y otras transferencias desde las cuentas de Florencia hacia las de su madre.
Al mismo tiempo, la empresa Los Sauces, de la que Cristina, Florencia y Máximo son accionistas, fue depositando dinero en las cuentas de la expresidenta y su hija en concepto de “adelantos de dividendos”, algo que, según Pollicit, estaría fuera de la ley. El dinero de esos anticipos de dividendos fue aportado por sus inquilinos de lujo: Lázaro Báez y Cristóbal López.

Silvina Martínez describió tres etapas de mezclas de dinero: “La primera etapa consiste en este envío de dinero y la constitución de los plazo fijo a 30 días. Recordemos que mandan a las 5 cuentas. Mientras el dinero está inmovilizado van mechando e ingresando sumas de dinero provenientes de una cuenta corriente de Los Sauces. Estas transferencias pequeñas que en un solo mes llegan a 1.700.000 pesos, no tienen justificación legal. Una empresa no manda a sus accionistas diariamente o semanalmente sumas de dinero. Al finalizar el periodo del plazo fijo, juntan el capital, más el interés, más el dinero de Los Sauces que se fue mechando y pasan a la segunda etapa.”

La primera etapa de la mezcladora de dinero k descripta por la asesora de Stolbizer llegó hasta los primeros días de febrero de 2016. La Justicia ya comprobó que sólo en un día, el 5 de enero de 2016, los movimientos de dinero entre las cinco cuentas superaron los 7.600.000 pesos.

En el segundo mes de este año, la familia presidencial sumó un nuevo elemento a la operatoria: los Kirchner compraron las rendidoras letras del tesoro (LEBACS) para contar con una nueva instancia de inversión. La otra parte de la maniobra no se modificó. Porque la plata se siguió transfiriendo a las diferentes cuentas de Cristina Fernández de Kirchner y de su hija, mientras continuaron ingresando pequeñas sumas de dinero proveniente de la empresa Los Sauces.

“Cada etapa que estamos contando es un mes: entra la plata, constituyen el plazo fijo, la transfieren a otra cuenta, a nombre de ellos mismos o entre Florencia y Cristina. Lo hacen para perder el rastro de la procedencia del dinero” argumenta Silvina Martínez. Según la abogada, la ex Familia presidencial quiso ocultar los adelantos de dividendos de la polémica empresa de inmuebles: “En realidad era una triangulación básica y burda entre Lázaro y Cristóbal López que le pasaban plata a Los Sauces y Los Sauces le pasaba plata a Cristina. Este triángulo funcionaba mensualmente” asegura Martínez. En esta segunda etapa, los investigadores creen que los movimientos entre cuentas superaron los 64 millones de pesos.

La tercera etapa de la llamada mezcladora de dinero K tuvo lugar en el pasado mes de marzo. Cristina Fernández de Kirchner y su hija, dejaron de invertir en LEBACS para comprar dólares. Según Martínez, fue un tercer movimiento para intentar borrar huellas en la mezcla de billetes.

“Con el dinero de las Lebacs, más lo que fue ingresando de Los Sauces; compraron dólares. Y se da algo muy particular: Cristina compró dólares a través de su cuenta. Pero cuando los recibió, no los depositó en su cuenta, sino que se los transfirió a Florencia. Y Florencia compró dólares pero no los depositó en su cuenta sino que se los transfirió a Cristina. Cruzaron el dinero y los dólares. Otra vez lo hicieron para perder rastros. Y mecharon, en el medio, pequeñas cifras de dinero del que no pueden justificar el origen” explica Silvina Martínez.

El episodio final de la mezcladora del dinero K tuvo lugar los días 3 y 4 de marzo pasados. Se produjo solo cuatro días hábiles después del llamado a declaración a la expresidenta en la causa dólar futuro a cargo del Juez Claudio Bonadio.

El jueves 3 de marzo Cristina Kirchner extrajo de su cuenta 1.125.000 dólares. Ese mismo día y el viernes 4, su hija Florencia extrajo de la suya 3.539.000 dólares. Las sumas extraídas fueron colocadas en cajas de seguridad del Banco Galicia. Se trata de las cajas que, por orden del Juez Ercolini, fueron abiertas cuatro meses más tarde con un total de 4.664.000 dólares.

Para Silvina Martínez “lo que se presume es que este dinero que retiraban es lo que, en definitiva, se encontró en la caja de seguridad de Florencia Kirchner.”

Hoy Cristina y Florencia luchan por recuperar sus dólares. Apelaron la medida del Juez Ercolini y esperan la decisión de la sala uno de cámara. Ya votaron los Magistrados Eduardo Freiler y Jorge Ballesteros. Uno votó a favor y otro en contra de devolverles el dinero. Resta saber cuál será el voto de Eduardo Farah, el juez que la expresidenta quiso apartar, pero fracasó en el intento.