Ayer obtuvo media sanción la ley que regularizará los asentamientos o barrios populares: la llamada ley de urbanización de villas. Un proyecto que consiguió amplio consenso entre los legisladores y que busca urbanizar 4500 asentamientons precarios en todo el país. Hoy en diálogo con Luis Majul por Radio Berlín, el diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires, Fabio Quetglas, se refirió a la iniciativa y explicó los beneficios que genera.

El diputado de Cambiemos en primer lugar sostuvo que la normativa se aprobó en el marco de un proceso iniciado por el Gobierno, en conjunto con organizaciones sociales, para conocer la realidad de los barrios populares a partir de un amplio registro. Relevamiento que informó entre otras cosas que las unidades de los asentamientos no tienen la situación bienal resuelta en por lo menos el 50 por ciento de su extensión, ni cuentan con dos de los tres servicios básicos, como agua, alcantarillado o luz.

Procesos de integración urbana

De manera puntual sobre los cambios que va a generar la ley, el diputado señaló: "Genera dos cosas concretas: respecto del suelo privado relevado hasta el 31 de diciembre de 2017, lo hace sujeto a expropiación, congela los desalojos por cuatro años, y plantea la creación de una unidad ejecutora que debe pactar con las 23 provincias los procesos de integración urbana de esos barrios". Aunque también remarcó que los asentamientos a regularizar deben respetar la normativa de planeamiento urbano de cada localidad, porque hay barrios populares en zonas de riesgo.

Quetglas remarcó por último que con la ley en 15 años se regularizarían todas las ciudades del país. Y agregó que "transformar a una familia en propietaria cambia su perspectiva de vida", concluyó.

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