Asesino Serial

EL CASO DE DAVID FOSTER WALLACE
¿Por qué la gente buena se suicida?

David Foster WallacePor: Cicco. La semana pasada publicamos una recomendación en este sitio de un escritor asombroso, el norteamericano David Foster Wallace. Acabábamos de leer una selección de sus mejores artículos periodísticos y no podíamos creer que un hombre mirara el mundo con la inteligencia que lo hacía Wallace: sin tomarse nada muy en serio, pero tampoco burlándose estúpidamente de todo –algo que, como bien sabe, es la especialidad de esta sección-.

GUILLERMO MARTINEZ
Sepa por qué este escritor tan famoso no se ríe nunca

Guillermo MartinezPor: Cicco. Durante un tiempo la gente celebró la llegada de grandes autores argentinos que, por una razón u otra, eran tan buenos narradores que podían darse el lujo de empequeñecer sus historias a tal punto que uno terminaba confundiéndolas en la hoja con una mancha de tuco. Un autor olvidaba a un personaje pitando un cigarrillo durante 20 páginas o atragantándose con buñuelos a lo largo de cinco capítulos, y a ningún lector se le hubiese ocurrido exigir que le devolvieran su dinero. Era parte del magnetismo de esta gente.

TELÉFONO DESCOMPUESTO
Cómo fui víctima del periodismo

La nota en Crítica de la ArgentinaPor: Cicco. Meses atrás, escribí una nota basada en la historia de Miguel Rizzo. Rizzo era un cabo primero de la Federal, que se convirtió en detective de señoras. Y de detective de señoras, se transformó en actor porno. Y como actor porno, terminó bautizado el nuevo gurú del sexo virtual. Hasta ahí, no había mayores complicaciones. Era el típico artículo donde se cuenta la historia de un hombre y su transformación. Desgraciadamente hay pocos hombres que se transforman en algo en este mundo. Es por eso que, una vez que ocurre, corremos a hacerles una nota. Pero así no termina el asunto. Al contrario: así es como empieza.

¿Y QUÉ PASA CON LOS PERROS?
¿Por qué a los escritores les gustan los gatos?

Jack Kerouac con su gatoPor: Cicco. Entre las celebridades, abundan los nombres de escritores famosos que amaban a los gatos. Esta vez no me refiero a los gatos que, de tanto en tanto, se ponen en cuatro. Sino, pura y exclusivamente a los gatos que viven las 24 horas en cuatro. Ernest Hemingway tenía un montón. Mark Twain tuvo nueve. Colette tuvo 16 y a uno le dedicó un libro. Lord Byron viajaba con sus cinco gatos. H. G. Wells tenía uno al que llamaba Mr. Peter Wells. Edgar Allan Poe tuvo uno apodado Catarina, que lo inspiró para una obra. Borges tenía dos, Odín y Beppo, y a uno le dedicó un poema. Y Osvaldo Soriano juraba que un gato le había dado la idea del cierre de su novela “Triste, solitario y final”. Soriano incluso llegó a escribir: “Un escritor sin gato es como un ciego sin lazarillo. No es posible usar al gato para nada personal, no hay manera de privatizarlos”. Pero, ¿por qué esta gente disfruta de los gatos y detestan a los perros? ¿Por qué es cool, intelectual y bohemio tener gatos, mientras que resulta boludón, decadente y necesitado tener perros? ¿Por qué toda esta gente seria, lúcida e inteligente tiene gatos y la única relación de los perros con celebridades se remite al chihuahua de Paris Hilton? En la foto: Jack Kerouac con su gato. 

¿NO LO TIENE TODO?
Qué le falta a Manu Ginóbili para ser un ídolo

ManuPor: Cicco. Nadie nunca jamás de los jamases escribió una nota interesante sobre Manu Ginóbili. Y es sumamente extraño: Manu es la nueva estrella deportiva, nuestra bandera más preciada en los Juegos Olímpicos, lo han entrevistado mucho y desde todos los ángulos posibles. En uno de los tantos artículos chotos sobre él, lo comparaban con Maradona. Por si fuera poco, él es muy atento con la prensa y se esfuerza por ponerle onda al asunto. Atiende hasta al último diario zonal como si fuera una entrevista para la ESPN. Sin embargo, después de tantos intentos en vano por retratar a Manu, queda una nueva sensación en el aire: en la Argentina, para que alguien saque chapa de ídolo nacional, debe transitar ciertas cosas que no son precisamente del ámbito deportivo.

¿NOS METIÓ EL PERRO?
Pérez Celis era tan pero tan

Pérez CelisPor: Cicco. Y sí, tuvimos que despedir a ese artista inclasificable, multifacético y sobre todo, prolífico, Pérez Celis. Los medios se deshicieron en notas de pesar y congoja, pero ninguno terminó de decir: ¿qué catzo era lo que hacía este tipo para ganarse la vida y que se escriban notas de pesar tan largas y con tanta congoja? Es cierto, pintó la Bombonera, ilustró “Hojas de hierba” de Walt Whitman en la traducción de Borges, hizo murales en Japón, ganó premios en Montecarlo y expuso en el Palais de Glace y la Biblioteca Nacional. Pero, ¿era verdaderamente talentoso o nos engrupió durante toda su vida?

CÓMO ELIMINARLO CREATIVAMENTE
¿A Charly le vendría bien morirse?

Foto de Charly en calendarioPor: Cicco. No es mucho lo que le queda a Charly para dar en vida. Tiene 56 pirulos. Está agotado, pasó cinco días en un campo de rehabilitación de Palito Ortega en Luján, le agarró un ataque de ira y tuvieron que volver a internarlo primero en un sanatorio y luego en una clínica. El juez indicó que su tratamiento debe ser “domiciliario y estricto”. Hay que ayudar a Charly y pronto. Él aún no encontró la forma de dejar este mundo. Quemó las cortinas en hoteles. Se hizo fajar por paparazzis y músicos. Se tiró de un noveno piso. Nada de eso surtió efecto. Pero hay una forma aún de salvarlo: sólo hace falta encontrar una forma atractiva de matarlo.

PERIODISMO JOVEN
Hoy escribe el pasante

El pasantePor: Juan Martín Leguizamo. “El periodismo es un oficio maravilloso, excepto por los pasantes”. Gabriel García Márquez. “Una línea, un dato. Y si no, andá a cagar un rato”. Anónimo. Esta nota, es decir la que está aquí desplegada frente a sus ojos y usted está leyendo, pues hay otras notas pero seguramente no tan informadas como esta, tiene todo lo necesario para que usted pueda salir de su casa bien informado, por la puerta correcta y con las vitaminas y minerales que su cuerpo necesita. 

LINDA Y SORDA
Scarlett será un bombón, pero canta como el culo

Scarlett JohanssonPor: Cicco. Gracias a las esmeradas acciones de un amigo pirata, accedí al disco debut de Scarlett Johansson, ese bombón que tiene a medio Hollywood con el bulto en flor. Nunca desde el Festival Live Aid, se juntaron tantas estrellas para ayudar en algo. A diferencia del Live Aid, que pretendía remediar el hambre en el mundo, esta vez la colaboración estaba dada simplemente con la esperanza puesta en liberar un poco la tensión acumulada en la zona de la pelvis. En el disco de Scarlett, sólo faltaba Woody Allen tocando el clarinete. Si no, estaban todos. El álbum se llama “Anywhere I lay my head” que significa algo así como “En donde quiera que pongo mi cabeza”. Y a juzgar por todas las cabezas reunidas y conociendo físicamente a la cantante, es fácil deducir en dónde querían ponerlas. 

ESPIRITUALIDAD PLOP
¿Ari Paluch tiene un pedo místico?

Ari PaluchPor: Cicco. Hablando de todo un poco, hay cosas que realmente no entiendo. Por ejemplo, ¿por qué tanta resistencia con el tren bala? Ya hay cada vez más grupos que buscan imponer otro tipo de tren tradicional, accesible y que una todo el país. Pero, ¿cuál es el problema real de tener un tren bala en la Argentina? Además, ¿por qué esta necesidad retrógrada de seguir discriminando a los gays? Déjenlos tener su tren.