Avanza la primavera, sube la temperatura, la curva de casos ha pasado el pico en la ciudad, pero igualmente el coronavirus está presente y obliga a mantener los máximos cuidados para no contagiarse. Entre las actividades que se han sumado en los últimos días y que requieren de específicos protocolos, está la de acceso del público al interior de bares y restaurantes.
Ayer en "Especial de Domingo" por La Nación Más, el periodista Javier Mozo detalló las medidas de prevención que se implementaron en un reconocido y centenario restaurante de la zona de Monserrat, "El Globo".
Entre otras cosas, en el ingreso al restaurante hay una máquina que al acercar las manos lanza alcohol de manera automática. Luego un encargado con barbijo, también en el ingreso, le toma la temperatura a los clientes con la pistola termómetro.
"Podemos trabajar al 55 por ciento. Es algo muy bueno porque necesitábamos comenzar. Cuidamos a los clientes y esperamos que los clientes nos cuiden a nosotros", señaló Jorge Dutra del restaurante.
Un dato llamativo lo ofrecen las mesas con placas de acrílico que separan a los comensales, que están pensadas para posibles compañeros de trabajo no convivivientes, y que deben mantener distanciamiento: "que no se utiliza para los que conviven o son familia. Se le pregunta en cada caso", señaló.
Cabe remarcar que todo el personal debe mantenerse siempre con barbijo, y los comensales lo deben llevar cuando se mueven en el salón o al ir al baño. Además los platos están sobre la mesa con cubiertos y servilletas, desinfectados y envueltos en film protector, para que solo sean tocados por el cliente.
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