En la Argentina de los últimos años, un baño con diseño de los años 60, 70 u 80 o "de época" solía ser sinónimo de algo obsoleto, un elemento que restaba valor a una propiedad. Los azulejos de colores estridentes, los lavatorios de formas curvilíneas y los diseños excéntricos eran considerados más un defecto que una virtud, algo que había que renovar o eliminar rápidamente para modernizar un inmueble. Sin embargo, la tendencia internacional emergente podría transformar esta percepción, y lo que antes era visto como anticuado en un elemento de valor y distinción.
Una nueva tendencia está transformando la estética de los cuartos de baño en Estados Unidos. Los adultos jóvenes están rescatando y celebrando el diseño retro, especialmente de los años 50 y 60 recuperando azulejos pastel, inodoros de colores suaves y accesorios nostálgicos que recuerdan a las casas de sus abuelos.
El fenómeno va más allá de una simple moda pasajera. Diseñadores de interiores de todo el país están buscando activamente elementos de segunda mano para incorporar en nuevos proyectos, convirtiendo los baños en auténticas "máquinas del tiempo" que capturan la esencia de décadas pasadas. Un ejemplo concreto es un propietario en Florida que dedicó tiempo a encontrar un inodoro y lavatorio azul bebé original de mediados del siglo XX.
Baños de la nostalgia
La nostalgia se ha convertido en un factor clave en el mercado inmobiliario. Según datos recientes, las menciones a la "nostalgia" en los anuncios de viviendas han aumentado un 14% desde 2023, reflejando un creciente interés por los diseños que evocan recuerdos familiares y épocas anteriores. Los baños neutros y minimalistas están perdiendo terreno frente a esta nueva corriente que celebra lo vintage.
El fenómeno ha llegado tan lejos que algunas empresas inmobiliarias están adaptando sus estrategias. Una compañía que gestiona propiedades en California ha comenzado a conservar y actualizar los baños antiguos, reconociendo que los inquilinos están dispuestos a pagar más por espacios con este estilo nostálgico.
Los propietarios más jóvenes están invirtiendo considerables recursos en restaurar y preservar los elementos originales de sus baños. No se trata solo de una cuestión estética, sino de una conexión emocional con el pasado, de rescatar diseños que tienen un valor histórico y sentimental. Los azulejos originales, los inodoros de colores pastel y los accesorios retro se han convertido en objetos de deseo para una generación que busca diferenciarse de los diseños contemporáneos uniformes.
Mientras la tendencia sigue fortaleciéndose en Estados Unidos, surge la interrogante sobre si llegará a la Argentina. Por ahora, lo que es indudable es que los baños ya no son simplemente espacios funcionales, sino verdaderos lienzos para la expresión personal y la conexión con la historia familiar.