Con el inicio del año 2025, el mundo da la bienvenida a una nueva generación que ya está generando expectativas y análisis entre los expertos: la Generación Beta. Esta nueva cohorte demográfica, que sucede a la Generación Alfa (conocida como los "niños iPad"), abarcará a todos los nacidos entre 2025 y 2039, marcando el comienzo de una era que promete estar definida por avances tecnológicos sin precedentes.
Las proyecciones demográficas sugieren que la Generación Beta tendrá un impacto significativo en la composición poblacional mundial, llegando a representar el 6% de la población global para 2035. Un dato particularmente notable es que muchos de sus integrantes vivirán hasta el siglo XXII, siendo testigos de transformaciones sociales y tecnológicas que hoy apenas podemos imaginar.
A diferencia de sus predecesores de la Generación Alfa, que ya mostraron una fuerte dependencia tecnológica, los Beta nacerán en un mundo donde la inteligencia artificial y la automatización serán elementos omnipresentes en la vida cotidiana. Esta inmersión tecnológica desde el nacimiento marcará profundamente su desarrollo cognitivo y social, estableciendo nuevos paradigmas en la forma de aprender, trabajar y relacionarse.
Los desafíos que enfrentará esta generación son considerables: desde la crisis climática hasta profundos cambios demográficos que reconfigurarán las sociedades globales. Estos retos requerirán de nuevas habilidades y aproximaciones para su resolución, algo para lo que la tecnología jugará un papel fundamental en su preparación.
IA en educación
El uso de la inteligencia artificial en la educación ya muestra tendencias significativas que probablemente se intensificarán con la Generación Beta. Un estudio de 2023 reveló que el 20% de los estudiantes utilizaban herramientas como ChatGPT para sus tareas escolares, un porcentaje que seguramente aumentará en los próximos años, planteando nuevos desafíos y oportunidades en el ámbito educativo.
Los expertos enfatizan la importancia de encontrar un equilibrio en la exposición tecnológica de esta nueva generación, especialmente en lo referente a las redes sociales. Las lecciones aprendidas con generaciones anteriores, particularmente sobre los riesgos para la salud mental, están llevando a recomendar límites más estrictos en el uso de estas plataformas desde edades tempranas.
Es importante señalar que las etiquetas generacionales deben ser utilizadas como herramientas para analizar cambios sociales más que como estereotipos rígidos. Cada generación, desde los Boomers hasta los Beta, refleja las condiciones sociales y tecnológicas de su época, pero las preocupaciones humanas fundamentales trascienden estas categorías.
Los padres de la Generación Beta, en su mayoría millennials y miembros de la Generación Z, ya están reflexionando sobre sus estilos de crianza, buscando equilibrar el uso de la tecnología con el desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Su experiencia con los desafíos de la era digital los posiciona de manera única para guiar a esta nueva generación en un mundo cada vez más conectado y tecnológicamente avanzado.