Por Sebastián Di Domenica. La semana pasada fue muy compleja para la economía del país por una nueva suba del dólar. El indicador cambiario que pone en alerta a todos, por las consecuencias que tiene en los diferentes órdenes económicos, se sumó a una serie de variables que siguen dando datos desalentadores como la inflación y el no crecimiento.
Durante el fin de semana, y para adelantarse a lo que puede venir en los próximos días, numerosos especialistas en las páginas de los diarios del fin de semana expusieron análisis diversos.
Con relación a la mirada de muchos de ellos y en una búsqueda de síntesis, a continuación los tres factores centrales que hacen cada vez más complejo el escenario económico. Y que de alguna manera impiden mejoras con relación a la inflación, la suba del dólar, y la recesión.
1-Inflación y aumento del dólar encadenados
Según señalan muchos especialistas, el aumento del dólar está muy ligado a la inflación que no se detiene. Porque al subir los bienes en pesos, personas y empresas corren a comprar dólares para preservar sus ahorros o activos. Es decir que ante una inflación persistente, el dólar se convierte en el único camino para mantener la capacidad de compra. Y de manera indefectible, el dólar acompaña a la inflación, y genera un círculo negativo. Porque la inflación empuja la suba del dólar y a su vez esas subas se traducen en más inflación, que ya se estima que en el primer trimestre puede llegar a ser de un 10 por ciento y en todo el 2019, de un 32. Hay que decir que la búsqueda del déficit cero y la no emisión de parte del Gobierno (para sacar pesos del mercado), fue la iniciativa que se acordó con el FMI para bajar la inflación pero que por ahora no fue de utilidad.
2-Banco Central con limitada capacidad de acción
Por el acuerdo del país con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central está limitado en su accionar y por ahora no puede utilizar las reservas en dólares (que le prestó el FMI) para intentar detener la volatilidad cambiaria (con compras o ventas de dólares para determinar precio). Cabe recordar que con el FMI se acordó una banda cambiaria de entre 40 y 50 pesos por dólar, y que mientras no baje o se exceda de esa banda, el gobierno no va a intervenir. El FMI considera que el dólar debe lograr su precio real, según la oferta y demanda del mercado, y en el marco de esas bandas. Sin embargo la mayoría de los economistas entienden que esos parámetros son muy amplios y que esa distancia genera una volatilidad muy marcada, con tendencia ascendente. A cuánto puede ascender la inflación si el dólar trepa hacia los 50?, muchos se interrogan. Por ahora, el Banco Central ante esa ímposibilidad solo actúa con el manejo de las tasas de interés, para que las inversiones financieras se mantengan en pesos y así evitar el paso al dólar.
3-Altas tasas, bajo consumo y recesión
La suba de tasas de parte del Banco Central, como única herramienta posible para manejar el aumento del dólar, se ha convertido en poco efectiva, algo que se vio en la última semana cuando se subieron las tasas al 60 por ciento y solo se logró que la moneda norteamericana recupere el precio del día anterior. El sostenimiento de esa mecánica durante largo tiempo, a su vez ha dificultado el acceso a créditos de parte de las empresas, por los costosos que son, algo que detiene la inversión y el crecimiento de la producción (que también se vio afectado por las altas tarifas de servicios públicos y los impuestos). Por otro lado, la alta inflación y el retraso salarial han afectado el consumo, lo que también influyó en la baja de la recaudación por el IVA (que lleva al estado a contar con menos ingresos para enfrentar las obligaciones sociales).
Sin dudas, la economía está en un camino difícil, y es posible que en poco tiempo sean necesarias nuevas medidas para salir de la encerrona y definir vías alternativas. Decisiones que seguramente deberán negociarse con el FMI, y que requerirán de la precisión e inteligencia de un cirujano. Todos somos pacientes ante los hechos.