Por Sebastián Di Domenica. El coronavirus es una epidemia que comenzó en China hace aproximadamente dos meses. En una etapa inicial, la misma generó consecuencias económicas en ese país, que es un verdadero motor económico para el mundo, por su capacidad productiva, exportadora e importadora.

Luego de medidas extremas, China ha logrado estabilizar el avance de la enfermedad y en éstos días ha comenzado a reactivar su poderosa capacidad productiva y comercial. Sin embargo el virus ya se ha extendido por todo el planeta, se convirtió en pandemia (lo declaró ésta semana la OMS), y plantea muchos desafíos a nivel sanitario y productivo para todas las naciones.

El comercio internacional es uno de los sectores más afectados porque requiere de la movilización de personas para ofrecer, vender y distribuir productos. En diálogo con MicroEconómico Podcast, Pablo Di Guglielmo, de la consultora New Times Logistics y especialista en comercio internacional, se refirió al escenario actual y a los meses por venir ante la realidad de los hechos.

El gigante detenido

En el inicio del intercambio, Di Guglielmo explicó que aún no se han visto las consecuencias del freno que experimentaron las importaciones desde China, porque todos los años ese país se detiene por dos semanas por el año nuevo lunar, que éste año tocó el 28 de enero:

"Y coincidió con la aparición del coronavirus. Entonces a esas dos semanas con un freno proyectado, se sumaron tres semanas más en las que no se trabajó. Por eso aún no se ha visto el impacto de ese tiempo extra de paralización. Desde el 28 de febrero, China ha vuelto a trabajar. Todas las líneas marítimas han comenzado a despachar, y ya exponen señales de normalización. Pero las consecuencias de ese tiempo inactivo se verán en abril. Todos los años se espera que China frene 20 días, y éste año se frenó 40", detalló.

De China al mundo

Remarcó que China es el exportador más grande del mundo y que su producción es esencial en todos los países, y también en Argentina: "muchos bienes de consumo, y a su vez componentes de la industria nacional vienen de China".

Sin embargo sostuvo que en Argentina la situación de falta se sentirá menos que en el resto del mundo: "porque como en los dos últimos años se ha vendido muy poco, en general la mayoría está con stock. Los depósitos aún tienen mercadería y no creo que se sufra un desabastecimiento", afirmó.

Al margen de eso, el especialista comentó que la falta de productos chinos sí se sentirá durante tres semanas en países como Estados Unidos, porque los buques tardan 20 días en llegar.

¿Menos ferias, más e-commerce?

Por el avance del coronavirus en el mundo, muchas ferias y encuentros internacionales con fines comerciales, han comenzado a cancelarse para evitar contagios. Y las ferias más grandes a nivel mundial, que son las que se hacen en China, ya están suspendidas. Ante esa realidad, los empresarios y consultores comienzan a evaluar nuevas estrategias para poder sostener las relaciones comerciales y las ventas con los países del mundo.

"La suspensión de las ferias internacionales seguramente va a generar una reducción de la comercialización de productos. Aunque también está la tecnología y la Internet. Ante la ausencia del encuentro, igualmente uno se puede conectar por otras vías. La gente no va a viajar a ver los productos, pero las conexiones digitales con fines comerciales se van a ampliar", afirmó el experto

"Posiblemente con el coronavirus crecerá el e-commerce y se reducirá el comercio tradicional", concluyó.

escuchá la entrevista completa de Sebastián Di Domenica a Pablo Di Guglielmo: