En la historia del cine argentino, pocos personajes han logrado la trascendencia y el impacto cultural de Mamá Cora, interpretada magistralmente por Antonio Gasalla en "Esperando la Carroza". Esta figura, que originalmente no formaba parte de la obra de teatro, se convirtió en un elemento fundamental que transformó completamente la narrativa y el tono de la película, elevándola de una simple comedia familiar a un verdadero ícono de la cinematografía nacional.
Según revela Denise Urfeig, directora del documental "Carroceros", la inclusión de Gasalla y su personaje fue un punto de inflexión para la película. La transformación de Mamá Cora por parte del talentoso actor no solo agregó capas de humor y profundidad, sino que redefinió las expectativas de lo que podía ser un personaje secundario en el cine argentino de los años 80.
En diálogo con El Observador 107.9, tras el fallecimiento de Antonio Gasalla, Urfeig profundizó sobre la dimensión de un personaje que para el gran público resulta absolutamente inolvidable. La directora destacó cómo Mamá Cora se había convertido en mucho más que un papel cinematográfico, transformándose en un símbolo cultural que trasciende generaciones y representa un momento único de la comedia argentina.
El proceso de construcción de Mamá Cora fue tan meticuloso como innovador. Gasalla dedicaba medio día entero únicamente al maquillaje, un tiempo extraordinario para la época, que permitió crear una caracterización única y memorable. Esta dedicación elevó al personaje más allá de un simple recurso cómico, convirtiéndolo en una figura compleja y entrañable que capturaría la imaginación del público.
La interpretación de Gasalla trascendió los límites de la pantalla, logrando que Mamá Cora se instalara rápidamente en el imaginario colectivo argentino. A pesar de tener un tiempo relativamente breve en escena, el personaje se convirtió en un referente instantáneo de la cultura popular, capaz de generar risas y reconocimiento inmediato décadas después del estreno de la película.
Lo más sorprendente es cómo un personaje originalmente ausente en la obra teatral terminó siendo absolutamente indispensable para la versión cinematográfica. La genialidad de Gasalla residió en su capacidad para construir una figura tan creíble y carismática que parecía haber existido siempre en la historia, cuando en realidad era una creación totalmente original para la película.
La química de Gasalla con el resto del elenco y su capacidad para improvisar y darle vida a Mamá Cora fueron fundamentales para el éxito de "Esperando la Carroza". Su personaje logró condensar elementos de humor, drama y crítica social con una sutileza que pocos actores pueden alcanzar, convirtiendo lo que podría haber sido un papel secundario en una verdadera obra maestra de interpretación.
Sin duda, la inclusión de Mamá Cora en "Esperando la Carroza" es un ejemplo extraordinario de cómo un actor puede transformar completamente una obra, elevándola de lo ordinario a lo extraordinario. Antonio Gasalla no solo interpretó un personaje, sino que creó un momento inolvidable en la historia del cine nacional, demostrando que el verdadero talento artístico puede surgir incluso en los espacios más inesperados.
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