Es un talentoso actor, autor y director que ya se ha destacado en roles muy diversos sobre el escenario, y que a su vez como cantante, interpretó recordados personajes en propuestas de comedia musical. Es Dennis Smith, quien en el inicio de 2019 se encuentra en plena actividad con tres obras que lo tienen como figura central, arriba o abajo de las tablas. En diálogo con Marcela Godoy en el programa Free Pass por Radio Berlín, Smith habló de las propuestas que presenta, una de ellas de carácter autobiográfico, y de su corta pero intensa carrera.
Según detalló el entrevistado, las dos obras que lo tienen como director son "Gloria" (en Método Kairós) y "Eye & yo" (en Camarín de las musas). Sobre la primera dijo que es una comedia con tintes de drama que junta a dos hermanos que vuelven a unirse debido a problemas de salud de su madre: "Habla un poco de cuando tus padres pasan a ser como tus hijos. Una situación muy difícil que obliga a preguntarse sobre qué es estar vivo", explicó.
En tanto sobre "Eye & yo" afirmó que es una idea original de Julieta Cayetina (es la historia de su abuela) y que tiene en el rol protagónico a Laura Oliva: "El personaje central es una sobreviviente del holocausto. Al margen de ese aspecto dramático, la obra habla de celebrar y disfrutar de la vida. Al final hay un mensaje real de ella".
Una separación en cartel
Por supuesto Smith también se refirió a la obra que protagoniza y que es de carácter autobiográfico, "Los abrazos huecos" (en Abasto Social Club). Allí el actor aborda su propia historia y una separación que vivió al terminar una larga relación de pareja de 11 años: "Es una comedia muy humana, creo que mucha gente puede sentirse identificada con este tipo de situaciones de separación luego de muchos años. Porque una separación siempre te lleva a preguntarte quién sos como adulto solo", puntualizó.
El actor afirmó que abordar un fragmento de su propia vida le da alegría pero también vértigo: "Una obra autobigráfica te obliga a reencontrarte con vos mismo en cada función", señaló. Y continuó de manera jocosa: "También lleva a preguntarme a quién le va a interesar", reconoció.
Cabe remarcar, y tal como señaló el entrevistado, que las personas de su generación (30 a 45 años), según las estadísticas, suelen separarse luego de diez años de relación: "Yo me separé a los 35 y quien era mi novio tenía 42. Las estadísticas no fallan", finalizó.
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