LA NUEVA LIGA DE LA JUSTICIA/
El sorprendente Super Calamaro

SUPERCALAMARO/Por: Cicco. Con toda esta ola de delitos feroces que azota al Conurbano -18 homicidios en 36 días-, el gobierno necesita una solución rápida, eficaz que tienda a combatir los crímenes con una fuerza implacable, que luche de igual a igual. No es preciso mejores armas. Ni más patrulleros. Ni puestos de vigilancia en la entrada a las villas. Necesitamos hombres que no duden en enfrentarse cara a cara ante el mal sin dejar rastros. El país necesita a Andrés Calamaro.

Precisamos a gente como Andrés quien, según sus palabras en Twitter, se despachó con un drogón en Madrid y lo mató “como a una rata”. De no ser por su confesión, -luego dijo que fue “lilteratura”, le creyeron- nadie sabría de aquel crimen. Necesitamos artistas de armas tomar como Calamardo, el hombre que cantó “flaca no me claves tus puñales por la espalda tan profundo” y ahora sabemos que, la pobre flaca, lo único que hacía era actuar en defensa propia. La Argentina precisa más vecinos como Andrés que limpien, digamos, a un promedio del 30% de la gentuza de cada barrio y los coloque en bolsas de residuos para su debido reciclaje.

No son momentos para dudar, los que corren. Son momentos Andrés: a matar o morir. Desde el asesino serial, elaboramos cómo estará integrada la nueva liga de la justicia de rockeros que ayudarán a combatir el crimen y reinstalar el ansiado orden nacional.

* Pity Álvarez en el área de allanamientos en barrios marginales. Pity no sólo tiene pulso para codearse con narcos y paqueros. Además, la mayoría, se cree, ya van a tomar mate con bizcochos a su casa.

* Charly García en el área de narcóticos. Estaría a cargo de suministrar a la población carcelaria algo de lo que a él mismo le recetan para calmar evitar motines y expandir los horarios de siesta.

* Fito Páez en el sector requisa de aduanas. No conservará  quizás inacto su talento compositivo, pero aún conserva su implacable olfato. Si pudo captar que su vieja corista Claudia Puyó tenía unos kilitos de más a 15 años de “El amor después del amor”, Fito es capaz de detectar cápsulas de drogas metidas en un recto tan profundo como el viaducto Carranza.

* Iván Noble en el área de asistencia social a delincuentes. Tras unas pocas sesiones, Iván garantiza que dejen la cumbia, el paco y la mala vida, y les enseña a transformar lo rotoso en cool, largar el morcipan en la plaza y comer en Palermo Hollywood, y contraer matrimonio con alguna celebritie usando latiguillos esquineros como “avanti morocha” u “Otro jueves que no sabe bajarse ni los pantalones”.

* Litto Nebbia para el área de reincidentes, pedófilos, secuestradores y demás malvivientes. En pocas clases sencillas e instructivas, Litto enseñará a cada uno a, con un puñado de tablones reciclados de vías del ferrocarril, soga y clavos hacerse una balsa y partir rumbo a un retiro vitalicio en la Isla Martín García.

Y así es, amigos. Los rockeros vienen prometiendo hace más de 40 años que cambiarán el mundo con la guitarra y un poco de distorsión. Hay que darles una oportunidad. Que el mal reciba su merecido. Ya probaron con la guitarra y no funcionó. Ahora, que prueben con un poquito de electricidad.

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