Por: Sebastián Di Domenica. Hace algún tiempo charlaba con un conocido sobre los avances de la tecnología; el señalaba tristemente que el nuevo mundo del siglo XXI planteaba el fin de la plena libertad; "porque somos controlados en las redes y observados a través de diferentes aparatos". Pero en mi opinión, esta nueva realidad no resta libertad, sino que elimina privacidad. ¿Menos privacidad es menos libertad? Algunos pueden pensar que si. Yo pienso que más allá de la pérdida de privacidad, que no es lo mejor, la posibilidad de ver más y la opción de poder ver cosas que antes no se veían, puede llegar a ser muy beneficioso. Ver casi todo puede ser positivo para reconocer datos de una sociedad, e incluso para facilitar la convivencia de los seres humanos. La exposición también puede ofrecer peligros, pero el ocultamiento de temas y de situaciones puede ser aún peor.
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