La noticia plantea una realidad: Facebook se generaliza entre los jóvenes y plantea nuevas relaciones humanas desde la red. Pero si crecen las enfermedades de transmisión sexual, seguro que esa realidad no tiene que ver con las redes sociales. En todo caso tiene que ver con la ignorancia de los jóvenes frente a las enfermedades de transmisión sexual, con la poca información o educación con la que cuentan para hacer frente a la vida de todos los días. Luego de casi tres décadas de información sobre prevención del sida y luego de más de una generación en convivencia con esa enfermedad; nuevamente parece que los mensajes fallan y que los jóvenes se olvidan del famoso póntelo, pónselo.
 
Pero hay más, si se toman en cuenta las polémicas declaraciones del médico británico. Y si se analiza el crecimiento de los caminos virtuales para el acercamiento de los jóvenes. Hay indicios que señalan que en la actualidad hay menos histeria que en otras épocas. Tal parece que los acercamientos que se plantean, gracias a las redes sociales, son más simples. Y quien sabe, tal vez hoy es más fácil el sexo ocasional, que hace dos o tres décadas.
 
Seguro que el mundo con Internet y las redes sociales es tan complicado como siempre. Y también es seguro que las relaciones humanas son tan complejas y retorcidas como siempre, más allá de Internet y las redes sociales. Pero sin dudas la red y los sitios como Facebook ofrecen más caminos para conocer o acercarse al otro. Para aquellos que tienen más de treinta, los recuerdos ofrecen escenarios más complejos y escarpados en la búsqueda de una compañía del sexo opuesto. Aquellas imágenes refrescan situaciones diferentes: el contacto visual en una fiesta, el acercamiento, la aceptación, el contacto escaso en la pista de baile, solicitar el teléfono; y si la respuesta era sí, de allí en más todavía había mucho mucho camino por recorrer.
 
Hoy parece ser todo distinto. Hasta hace dos o tres años era: nos pasamos el mail, nos mandamos dos o tres sms, nos encontramos en el chat y la posibilidad estaba cerca. Hoy las redes sociales parecen acelerar aún más los trámites: sos amigo de mi amigo, te acepto y acepto a tu prima y a tu tía. Estamos todos en el Facebook, me entero si vas a bailar, si comes milanesa o vas al cine. Nos mandamos un par de mensajes en el muro; y tal vez en un par de días, está todo cocinado.
 
Por un lado, brindo por una juventud con menos histerias. Pero atención, señores navegantes. Del otro lado de Facebook hay un perfecto desconocido al que no hemos visto nunca o casi nunca. A tomar prevenciones y precauciones. Tal como ya lo dije, las relaciones humanas han sido siempre difíciles y no cambian por las redes sociales. Y atención señores gobernantes, educadores y publicitarios, los jóvenes no escuchan y no reciben los mensajes. A refrescar y repensar las campañas de prevención de enfermedades sexuales, porque en la era de Facebook hay muchos estímulos; y no todo queda claro.

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