FENÓMENO TWITTER
Síganme los buenos!!!

TwitterPor: Sebastián Di Domenica. Twitter es una red social de microblogging: tiene algo de redes sociales como Facebook y algo de los blogs. Es red social porque puedo seguir y ser seguido, y es microblogging porque en cada post puedo decir lo que quiero en 140 caracteres. Opiniones, comentarios o solo decir qué hago y en dónde estoy. Los blogs le dieron voz a los que no la tenían porque convirtió en emisores a los que solo eran receptores. Facebook nos permitió ser y estar en una comunidad, más allá de lo que ocurre en la vida real. Y Twitter tomó elementos de ambas experiencias. Velocidad y síntesis son aspectos centrales para vivir la experiencia. Aquí estoy y se lo digo a todos en este instante. Pero ojo, Twitter no es para todos. De hecho, la mayor cantidad de usuarios en el mundo tiene entre 25 y 40 años. Y la red se hace popular porque la usan muchos famosos que suman seguidores de a miles. Por este motivo, Twitter es cada vez más una usina de contenidos para el periodismo. Una fuente sin intermediarios. Famosos y poderosos que en 140 caracteres comunican, acotan, opinan, afirman, niegan o solo dicen: “señores, aquí estoy yo”.

140 caracteres

En primer lugar hay que analizar la cantidad de caracteres que presenta cada post en Twitter. ¿Es mucho o es poco? Tal vez es poco para exponer un cuento, una nota periodística completa o una plataforma partidaria. O puede ser mucho si no se tiene absolutamente nada para decir. O si la vida resulta ser monótona y aburrida. O simplemente aburrida (la monotonía puede ser divertida si se lleva con gusto). ¿Mucho o poco? Poco importa porque resulta ser ideal para muchas otras cosas que ocurren en este mundo vertiginoso. Ideal para opinar de manera inmediata frente a algo que ocurre. Ideal para plantear un interrogante. Ideal para describir un momento exquisito. Ideal para denunciar una injusticia. Ideal para comunicar un hecho del que soy testigo. Ideal para convocar a una manifestación. Ideal para decir: lo hice. Ideal para decir: ganamos o vamos por más. Es decir, Twitter usa la fuerza del slogan y por eso es cada vez más usada por políticos y periodistas. Hay que generar interés, emoción o movimiento. Para todo, tengo 140 caracteres.

Adios privacidad

Este domingo en una entrevista que publicó la Revista Viva de Clarín, la cantante Miley Cyrus (la estrella juvenil de la serie Hannah Montana) declaró que acaba de cerrar su cuenta de Twitter. Lo dijo de esta manera: “Suspendí mi cuenta de Twitter. Si yo quiero privacidad. ¿Para qué le voy  estar contando al mundo lo que hago a cada minuto?” La sabia declaración de Cyrus plantea una afirmación y un interrogante: Si querés privacidad, olvidate de Twitter. Y frente esa posibilidad, ¿para qué contarlo todo? El pensamiento sintetiza de manera perfecta la experiencia del microblogging. Sumarse significa aceptar que debo contarle algo a los que me siguen. Si cuento cada cosa que hago y cada lugar que visito; y miles de personas son testigos de mis movimientos,  tal vez se pierda el misterio. Aquel que nace de lo que no se ve o se desconoce. De los instantes perdidos y desconocidos.

Famosos e ignotos

Al igual que los medios de comunicación y los blogs, en Twitter están aquellos que son seguidos por cientos o miles de personas. Y aquellos que generan el interés de sólo unos pocos. Hacer un blog es mucho trabajo, y esa es una de las razones por las que una gran mayoría de blogs fueron abandonados. Sin embargo, actualizar el Twitter no es tanto trabajo y se puede hacer desde cualquier lugar a través del celular. Responde mejor a las posibilidades de tiempo y espacio de esta época. Me pasa algo y desde mi celular en unos segundos se lo cuento a todos mis seguidores. Por supuesto, si soy famoso o poderoso, mucha más gente se va a enterar. Pero tanto aquellos que cuentan con públicos inmensos o con un puñado de contactos, ambos tienen la posibilidad de contar sus pasos a través del Twitter. Muy pocos serán noticia, pero todos tienen la posibilidad de estar ahí para contarlo.

Periodismo Twitter

Para terminar, es interesante analizar el crecimiento de Twitter como fuente de noticias. Una botinera joven que le contesta a una botinera vieja. Un jefe de noticias de un canal que declara sus principios periodísticos. Un embajador que opina de una decisión judicial. Un periodista que se pelea con otro periodista. Un jefe de Gabinete que intercambia opiniones con un diputado. ¿Pasó en la tele? No, pasó en Twitter. En vivo y en directo. En mensajes de 140 caracteres y sin intermediarios. Todo luego llegó a los diarios, la radio y la televisión y fue comentado y re analizado por periodistas y comentaristas. Twitter abre novedosas posibilidades para el ejercicio del periodismo. Incluso, en Estados Unidos ya es común la entrevista realizada a través de esta vía. ¿Llegó para quedarse? ¿Quién lo sabe en los tiempos de Internet? Por ahora, sólo resta usarlo en todo su potencial y aprender de los cambios que genera.

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