/Por: Javier Porta Fouz. Concentración. En el cine, desde hace décadas, cada vez más público ve menos estrenos. Es decir, cada vez menos títulos concentran mayor porcentaje de público. Desde hace casi una década, en Argentina los diez estrenos más vistos se llevan más del 50% de los espectadores, y más porcentaje todavía de la recaudación (las películas más vistas tienden a darse en los cines de entrada más cara). De forma creciente, la mayoría del público registra, reconoce como estrenadas cada vez menos películas. Así las cosas, no solo las películas de neto alcance minoritario son minoritarias: lo son también muchas de mayores posibilidades de taquilla, películas de género, de narrativa clásica o, al menos, nada anómala. Sin campaña de instalación mediático-publicitaria, hay menos chances de éxito, o incluso de que la gente se entere del estreno. Y cada vez que alguien repite la cadena de repetidas repeticiones de “ahora el Hobbit van a ser tres películas” o “Peter Jackson se dejó la barba candado” o “ahora el Hobbit viene con dulce de leche”, lo que hace es seguir magnificando lo ya magnificado (que no necesariamente magnífico) y ayudar al ocultamiento de lo ya oculto (que no necesariamente ocultista).
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