 /Por: Javier Porta Fouz. Estoy en Berlín, invitado por la Federal Foreign Office (o sea, la Cancillería), en un viaje coordinado y organizado por el Goethe-Institut. Es un programa para visitantes de diferentes países. Hay varios programas en el año, y este es el que corresponde a la Berlinale. Es decir, al Festival de cine de Berlín. Somos un grupo de más de veinte personas, la mayor parte de Asia y África, y algunos latinoamericanos. Soy el único de la Argentina. Además de traernos, alojarnos y proveernos de credencial del festival, nos llevan a diferentes lugares como museos de cine, nos muestran Berlín en un tour en el que nos indican lugares en los que se filmaron diversas películas. Y hasta nos llevan –sin hacer fila– a la extraordinaria cúpula del Reichstag (ahora Bundestag, o sea Parlamento) diseñada por Norman Foster.
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/Por: Javier Porta Fouz. Unidad de tiempo: dos días, una noche en vela crucial y una coda nocturna. Unidad de espacio: el edificio de una empresa y apenas breves lapsos en exteriores. Unidad de acción: sin desvíos, sin historias secundarias, con fuente unificada de tensión. (Sí, el error del título de la nota es a propósito).
/Por: Javier Porta Fouz. Hace diecinueve años, a principios de 1993, yo tenía diecinueve años. Fue en ese momento cuando se intensificó en mí esto de ver cine. Siempre me había gustado, desde muy chico, e iba al cine con mucha más frecuencia que el promedio de mis compañeros del colegio, tanto de la primaria como de la secundaria. En la secundaria no sólo iba al cine, también veía VHS. VHS: ahí estuvo buena parte del origen. Y fue cinco años antes de llegar a la mitad de la edad que tengo ahora. El VHS fue en 1988.
/Por: Javier Porta Fouz. Dos estrenos y un reestreno. No vi ninguno de los estrenos: John Carter: entre dos mundos y Un dios salvaje (la de Roman Polanski). Vi el reestreno, Scarface de Brian De Palma, y 
/Por: Javier Porta Fouz. Críticas positivas en casi todos los medios. Premio al mejor director en Cannes 2011. Película cool al mango, Drive no es una buena película. Tiene mucha más forma de anzuelo para pescar críticos y espectadores que buscan violencia y la sombra lejana de los géneros en un paquete artie.
/Por: Javier Porta Fouz. Hace doce o quince años, me gustaban los Oscar. A partir de 2001 me interesaron cada vez menos. Ahora, hasta me cuesta recordar las nominadas. Al menos en esta oración no digo que esta falta de interés esté mal, bien o más o menos. Es lo que hay. Hasta que tuve veintipocos me apasionaban los Oscar, luego los veía para las apuestas con amigos, y ya casi nada. Quizás si hubieran nominado a los premios principales a Los Muppets y Misión Imposible Protocolo Fantasma… pero no. De todos modos, acá va un repaso por las nueve nominadas a mejor película. Pongo puntaje, que no es necesariamente el puntaje que le puse en el momento en que vi la película sino el puntaje sedimentado hoy, jueves 23 de febrero.
/Por: Javier Porta Fouz. Vi La invención de Hugo Cabret de Martin Scorsese la semana pasada, luego de conocer las opiniones muy entusiastas –y hasta extasiadas– de no pocos críticos, varios de ellos de El Amante. Como editor de la revista tengo que tener en cuenta esas opiniones (las de los redactores de El Amante), y por eso la película fue a una de las tapas. Dos aclaraciones. 1. La otra tapa fue para Caballo de guerra, de Steven Spielberg. 2. El número de El Amante que sale hoy es el último en papel, el de marzo ya será digital. La misma El Amante pero en bits.
/Por: Javier Porta Fouz. Vi los dos estrenos “importantes” y “con nominaciones y premios” de esta semana. La dama de hierro; sí, sobre Thatcher, con Meryl Streep. Y Los descendientes; sí, la que protagoniza George Clooney y dirige Alexander Payne. Pero ayer, 2 de febrero, fue el Día de la marmota.
/Por: Javier Porta Fouz. No quiero repetirme. ¿Repetirme? ¿Qué expresión es esa? ¿Significa clonación? En realidad habría que decir “no quiero repetir lo que ya dije”, ¿no quiero? No sé si no quiero. Bah, lo repito. 
/Por: Javier Porta Fouz. Se estrena Secretos de estado (The Ides of March), la cuarta película de George Clooney como director (las otras tres fueron Confesiones de una mente peligrosa, Buenas noches y buena suerte y Jugando sucio-Leatherheads). Es un thriller político. No es mala, pero. PERO.
