UNA TRISTE AUSENCIA EN LOS CINES |
Diez años sin Carpenter |
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Carpenter, el hombre que con Halloween había creado en los setenta un subgénero del terror de los ochenta, el que había llevado multitudes a los cines para ver El enigma de otro mundo o Fuga de New York, era –a fines de la década pasada– un cineasta de éxito menguante. En Estados Unidos no le fue tan mal con Vampiros (digamos que “sacó un empate”), pero con su siguiente película, el western de ciencia ficción y acción vampírica Fantasmas de Marte, fracasaría rotundamente en su propio país. Ese potente relato adrenalíco –otra vez con referencias a Howard Hawks y a su propia película Asalto al precinto 13, que ya citaba a Hawks– ni siquiera fue estrenado en los cines argentinos. Hubo que ver Fantasmas de Marte en VHS o DVD. A partir de ese momento, Carpenter no volvió a dirigir para cine. Apenas hizo dos telefilms para la serie Masters of Horror, que se exhibieron por cable (una de ellas, Cigarette Burns, se dio en un Bafici). Uno de los grandes realizadores clasicistas de cine de género de las últimas décadas decía de sí mismo: “en Francia soy un autor; en Alemania, un cineasta; en gran Bretaña, un director de películas de género; en Estados Unidos, un inútil”
Así las cosas, sorprende gratamente enterarse de que John Carpenter está trabajando en cuatro proyectos como director para los próximos tres años. Esperemos que logre concretarlos todos, que sean grandes películas de género de un gran autor cinematográfico –como tantas otras de las que dirigió–, que se estrenen y que el público redescubra a quien nos relató algunas de las mejores pesadillas de nuestras vidas.
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