MUCHOS ESTRENOS SUSPENDIDOS EN EL PAÍS DE LOS DISPARATES
Epidemia y estampida

EpidemiaPor: Javier Porta Fouz. Jueves 9 de julio, feriado, invierno, época de vacaciones escolares. El mejor momento para estrenar películas, una de esas fechas que todos quieren y pocos consiguen. Había varios estrenos programados. Quedaron pocos, tan pocos que hasta apareció uno “de relleno”, que iba a estrenarse más adelante. Ninguno de los tres estrenos de este jueves es “grande”, y el motivo es que las cifras de los estrenos de la semana pasada estuvieron por debajo de lo esperado. Sí, son parte de los efectos de la gripe A en la Argentina. Las películas que iban a estrenarse esta semana y se han atrasado son: Katyn, del veterano polaco Andrzej Wajda; la argentina Papá por un día; Hannah Montana; Rescate en el metro 123 (remake de un film de 1974) y Home, de Ursula Meier. Y los estrenos de este jueves son finalmente La zona, Miedo al amanecer y El ave negra.

Tenía a medio armar un artículo sobre la interesante aunque fallida Home cuando me llegó el mail informando que se atrasaba (otra vez) su lanzamiento. Entonces pensé en escribir unas líneas contra notas como esta de La Nación, lamentables “adelantos informativos”, notas firmadas pero con todo el aspecto de gacetillas publicitarias. Para los que no tengan ganas de hacer click en el link, les informo que se trata de un penoso artículo de título “Divertido triángulo de amor”, firmado por Claudio Minghetti acerca del estreno de Papá por un día. Esa película argentina estaba programada para este jueves 9, pero luego se informó que pasaba al 16. Siguieron (y siguen) llegando mails de prensa –escritos con un descuido que hace pensar en que fueron redactados con tanta urgencia que no permitió a sus autores ni siquiera releerlos– que informan sobre el atraso, ahora indefinido, de la avant-premiere de esa película. Vaya uno a saber si finalmente se estrenará el jueves 16, o incluso si el jueves 16 estarán abiertos los cines. Incluso puede haber muchas más modificaciones entre que yo mande este artículo por correo electrónico y se publique en este sitio. Así que tampoco me explayaré en esta ocasión acerca de la nota de Minghetti sobre Papá por un día.

Hay cines cerrados en algunos municipios, cines cuyos dueños resolvieron vender como máximo la mitad de su capacidad, otros cines que han decidido aumentar las medidas de higiene pero que siguen ofreciendo toda su capacidad de butacas al público. El público, por su parte, ha empezado a mermar. Los cines que dependen del INCAA, entre ellos el Gaumont-Km 0, han cerrado. Es decir, han cerrado cines que dependen de un organismo estatal alineado políticamente con el oficialismo. ¿Cómo se vería que a poco más de una semana de las elecciones el Gobierno Nacional dispusiera el cierre de cines, teatros y otros lugares de reunión? Es decir, ¿con qué legitimidad podría darse esa orden si las elecciones –un evento obligatorio de concentración de gente–  no fueron suspendidas?

El efecto de una serie de disparates en cadena en el manejo de cifras de contagiados de gripe H1N1 –hay pocos, ergo, la tasa de mortalidad es la más alta del mundo; hay una cantidad récord de infectados, ergo, la tasa de de mortalidad es la más baja del mundo– muestra no solamente otro desprecio más por las estadísticas claras y confiables (que en este caso es un desprecio que juega con cifras de muertos y de enfermos), sino que además produce un efecto de desasosiego, de desorden, como de estampida, y en no pocos ámbitos. Entonces, empresarios teatrales suspenden las funciones y el Gobierno de Buenos Aires los sigue, pero los shoppings, las discotecas y otros lugares de apiñamiento siguen abiertos. Claro, otra vez, ¿con qué legitimidad podría pedirse su cierre?, ¿quién querría hacerlo?, ¿los que no tuvieron el buen tino de suspender las elecciones? ¿el Gobierno de la Ciudad, que juntó un montón de gente para festejar en el día de las elecciones y terminó con miembros del gabinete contagiados?: cuidarse de la gripe sirve no sólo para cuidarse a uno mismo, es útil también para cuidar a los otros mediante el corte de la cadena de contagios. Mientras escribo esta nota, se anuncia asueto administrativo para este viernes 10 y se pide a las empresas privadas que se sumen a la medida. ¿Este es el mismo país en el que no se suspendieron las elecciones de hace menos de dos semanas, cuando ya había miles de contagiados y decenas de muertos por la gripe A?

Sí, esta columna suele hablar de cine, pero el mundo del cine (productores, distribuidores, exhibidores, espectadores) es uno de los tantos damnificados por este manejo delirante, absurdo, pendular y esquizofrénico de una epidemia anunciada y que ya habían vivido otros países, y que aquí pasó del ninguneo a la aceleración de medidas, en forma de bola de nieve, en pocos días. Pero bueno, volvamos al cine y a una relativa e ínfima buena noticia: si los contagios de gripe A logran controlarse en algunas semanas, seguramente tendremos el agosto con más estrenos en mucho tiempo, porque no paran de acumularse películas que en su mayoría deberán estrenarse lo más pronto posible. Mientras tanto, para estar a tono con los tiempos, consigan en DVD la muy buena película Epidemia (Outbreak, 1995), dirigida por Wolfgang Petersen y protagonizada por Dustin Hoffman, Rene Russo, Morgan Freeman y Kevin Spacey y –si pueden– hagan un poco de catarsis mediante el pánico, mediante el sano pánico ficcional.

{moscomment}