LEONARDO FAVIO (1938 - 2012)
 Una gran emoción permanente

EL DEPENDIENTE Y NAZARENO CRUZ Y EL LOBO DE LEONARDO FAVIO/Por: Javier Porta Fouz. La semana pasada, uno prometía seguir escribiendo sobre el cine de Wes Anderson, pero el lunes pasado se murió Leonardo Favio, ese director argentino que une a la cinefilia, ese sobre el que todos (o casi todos, siempre hay excepciones) estamos de acuerdo en que es uno de los más grandes de la historia del cine nacional.

Favio hizo tres películas en la década del sesenta, tres en la del setenta y tres más desde su regreso al cine en los noventa. De las de los sesenta, mi preferida (no necesariamente la más querida) es El dependiente, esa sobre el señor Fernández, empleado desde hace 25 años de una ferretería de pueblo chico, propiedad del viejo Don Vila. Fernández conoce y corteja a la señorita Plasini (uno de los grandes trabajos para el cine de la inigualable Graciela Borges). El mundo de El dependiente es un mundo de repeticiones, circular, un mundo sin salida, es el mundo cerrado de pueblo chico de la más claustrofóbica de las películas de Favio, llena de primeros planos y planos detalle, con una referencia a Un condenado a muerte se escapa de Robert Bresson en el momento de explosión de calentura en el coche. Y sí, claro, con el famoso travelling del final –hecho por Aníbal Di Salvo, el director de fotografía de la película– para el extenso viaje de la cámara que cierra el relato. Película perfectamente consistente, El dependiente es considerada por muchos como la mejor película de Favio. A mí me gustan más algunas imperfecciones geniales posteriores como Gatica, el mono, Perón, sinfonía de un sentimiento o su cine de los setenta, especialmente Soñar, soñar (sobre la que escribì acá) . También me gusta mucho una de las películas más atacadas por muchos críticos, que es la más vista del cine de Favio y la más vista de la historia del cine argentino: Nazareno Cruz y el Lobo. Según me contaron, las jóvenes en 1975 (año del estreno) iban a ver la película embelesadas por Juan José Camero, y soñaban con ser la protagonista Marina Magalí. Nazareno Cruz y el Lobo es una película grande, apoteósica, lírica. Los personajes gritan su amor, hay luces y sombras de cuento de hadas.

En el libro Favio, sinfonía de un sentimiento (el libro editado por el Malba en 2007), escribí sobre El dependiente, Gatica, el mono y también sobre Nazareno Cruz y el Lobo. El siguiente párrafo sobre esta películas creo que sirve también para señalar algunos de los aspectos que más me gustan del cine de Favio: “En Nazareno, Favio se atrevió a adaptar con mucha libertad el radioteatro de Juan Carlos Chiappe, y a modificarlo para enrostrarle a la época una historia desesperada, un grito de inocencia eufórica. Luego del tormentoso prólogo, Nazareno –séptimo hijo varón y, según la mitología popular, un lobizón– se enamora, a partir de puras miradas, de Griselda (Marina Magalí). Y ahí Favio regala una escena de amor osada y pirotécnica, que incluye algo así como ‘esquí acuático por tierra en un arado’. El halo mágico se mantiene en toda la película, y el relato combina las amenazas dolorosas con el humor aportado por el personaje de Alfredo Alcón (el mismísimo jefe del infierno, o el ‘poderoso’), un diablo trágico y cansado al que le gustaría tener un hijo, es decir, perdurar de una manera más terrenal. El hijo como tema: un hijo es un pedido repetido por Griselda; y Nazareno le pregunta al diablo que cómo es tener un hijo. En Pasen y vean, el libro-entrevista de Adriana Schettini, Favio describe tener un hijo como ‘una emoción’ o ‘una gran emoción fugaz’. Nazareno cruz y el Lobo es una película hecha tanto de emoción como de grandes emociones fugaces, un viaje por el aire pero lleno de fuego, de imágenes y sonidos pasionales. Y de esa combinación de elementos no puede surgir otra cosa que una película que décadas después perdura, pero una manera muy particular. Nazareno Cruz y el Lobo, una película flamígera, perdura fugazmente, y vuelve a aparecer y a ser fugaz en eterno círculo.”

Hipercrítico en Twitter:
http://www.twitter.com/hipercritico

{moscomment}