Por Javier Porta Fouz. Vi Zero Dark Thirty (La noche más oscura). Y quiero hablar de Denzel Washington. O de una propuesta.

 

1. Zero Dark Thirty es otra gran película de Kathryn Bigelow. Polémica, áspera, cruda. Ya sabe de qué se trata: la búsqueda de Bin Laden, la obsesión profesional de la agente que en la película es interpretada por Jessica Chastain (progresivamente cada vez más linda a medida que pasan los años en el relato). En su núcleo, la película es sobre el profesionalismo, la pasión puesta en el trabajo. No es la primera vez que Bigelow trata este tema. Y lo hace con rigor y tremenda capacidad para generar tensión. La película, en esos términos, es inobjetable. Me gusta, me parece muy buena (8 puntos). Sin embargo, de las nueve nominadas a mejor película hay tres que me gustan más: Argo (10 o 9, según el día), Lincoln (9) y Django sin cadenas (9). Al preguntarme porqué me gustan más esas tres, lo primero que salta a la vista, o al oído, es que las tres que prefiero tienen muchos grandes diálogos. A esta edad, y pensando en las nominadas al Oscar noto esa importancia que le asigno a las palabras en las películas. Tendré que seguir analizándolo.

2. De las seis que vi de las nominadas a mejor película ninguna me parece mala, y una sola no me resulta de muy buena para arriba (Life of Pi, o sea Una aventura extraordinaria). ¿Cinco muy buenas o excelentes películas en el Oscar? Un gran año del premio, una rareza. Me falta ver Amour, Los miserables, La niña del sur salvaje, ¿las veré?

3. El vuelo (Flight) de Robert Zemeckis no está nominada como mejor película, pero Denzel Washington está nominado como mejor actor. Ya lleva seis nominaciones al Oscar, dos como actor de reparto (ganó en 1999 por Tiempos de gloria) y cuatro como protagónico (ganó en 2001 por Día de entrenamiento) y desde ese año que no estaba nominado. Pero no hablemos de datos de los Oscar para Denzel Washington (DW). DW puede ser un gran actor, lo demuestra generalmente, con magnetismo, presencia, naturalidad. Sabe moverse de la tranquilidad a la tensión y llevar a esos estados a las películas. Pero hay otra cosa: DW es un actor al que se lo pone una y otra vez a trabajar. Muchos personajes trabajan en las películas, pero lo de DW se enfatiza, suele ser antes que nada alguien que debe hacer un trabajo y luego, aunque a veces eso no llega, dedicarse a otras cosas. Estas son algunas de las películas en las que el trabajo de los personajes de DW es el eje de la película: Imparable (conduce un tren), Rescate del Metro 1 2 3 (trabaja en el control de subtes), Marea roja (es “el profesional” en la disputa en el submarino). El tremendamente eficaz y tenso segmento inicial de El vuelo se basa principalmente en DW haciendo su trabajo en condiciones (irresponsablemente generadas por él mismo) y circunstancias que ponen a prueba su experiencia profesional. No cuento más, pero sí señalo que ese orgullo profesional habitualmente presente en los personajes de DW (incluso luego de ser irresponsable, y eso también se está convirtiendo en un motivo del actor) podría potenciarse en una película dirigida por Kathryn Bigelow. Ya es hora de juntarlos.