Mala

Por Javier Porta Fouz. Esto que sigue no es una crítica. No quiero hacer una crítica sobre Mala, apenas quiero hacer catarsis.

1. Ver Mala me hizo mal. Me puso de mal humor, me preocupó.

2. Sí, claro, decir que es mala una película que se llama Mala puede ser ingenuo, pero no deja de ser preciso. Algunos otros críticos, a estas alturas, ya seguramente habrán dicho que Mala es mala, y habrán explicado sus motivos. Pero escribo esto antes de la salida de las críticas del estreno.

3. Los largometrajes anteriores de Caetano, todos ellos, me parecen de buenos para arriba: Pizza Birra Faso (codirigido con Bruno Stagnaro), Bolivia, Un oso rojo, Crónica de una fuga, Francia. Alguien me dijo que Mala tenía algo de chapucería televisiva, pero nunca vi lo que hizo Caetano para televisión, no sabría comparar mala con Disputas o Tumberos (y he leído muchos elogios para Tumberos).

4. En realidad, entre los largometrajes cinematográficos mencionados falta uno. Pero no existe. Bah, sí, existe o existió, pero nunca se mostró. Bah, no se mostró públicamente. Es el documental que Caetano había hecho sobre Néstor Kirchner, y cuyo primer corte los productores no aceptaron. Ese largometraje fue rehecho (bah, directamente se hizo otra película) con la dirección de Paula de Luque, con los catastróficos resultados ya anotados en esta columna y también registrados en la taquilla.

5. No recuerdo otro caso similar en el cine argentino. Un documental que se vuelve a hacer, que cambia de director una vez que el primero (con más trayectoria y más famoso) ya ha terminado su corte. Y no creo, además, que haya muchos antecedentes en el mundo de un documental sobre un expresidente perteneciente a un partido en el poder producido por un diputado de ese partido. ¿Habrá ocurrido alguna vez en México con el PRI?

6. No deja de darme vueltas la idea de que Mala es así de mala en parte por lo ocurrido con “la versión Caetano” del documental sobre Kirchner, expresidente prematura y absurdamente convertido en prócer por la maquinaria propagandística de un estado cada vez más populista y personalista. Tal vez sea una lectura errónea de síntomas, y Mala habría sido mala aun con la película de Caetano sobre Kirchner estrenada y visible.

7. Mala es mala, como muchas otras películas, pero lo realmente preocupante es que una película desdeñosa, a la que no parece importarle nada. Y eso es extraño en un director formado en el amor por el cine, un director que conoce y cita a John Carpenter y valora la buena narrativa. Hay una gran cantidad de detalles deplorables en Mala, como la persecución inicial, que tiene tantas fallas de verosimilitud que es risible. O el herpes que se ve en la boca de una actriz en primer plano, cuando no hay intenciones de contar que tiene un herpes y hasta se intenta disimular con maquillaje. Pero no se logra ocultar, el herpes se ve. Y, además, ¿para qué entrar en detalles si esto no es una crítica?

8. ¿Mala será apenas un síntoma más del cada vez más acelerado empobrecimiento argentino? ¿O Mala es buena y mi mirada es mala? ¿Será todo un gran chiste del director? ¿Será una catarsis de Caetano? ¿Cómo habrá sido la película que hizo sobre Néstor Kirchner? ¿Volverá Caetano a hacer películas que modifiquen para bien el rostro del cine argentino?

9. Kit White, profesora de arte, escribió un librito muy atractivo editado por el MIT que se llama 101 Things to Learn in Art School. Y ahí, entre verdades, obviedades y frases polémicas, escribe sobre cómo los elementos de una cultura se expresan en la obra de arte, filtrados y seleccionados por el autor. Y mejor abandono acá la puesta en contexto de Mala.